«¿La Ciudad de la Música? De buenas intenciones ya estamos servidos»

Existen otras demandas de la Banda Municipal que, como lamenta Juan Pedro Martín, «sufre un peregrinaje a lo largo de su historia por distintos locales que, después, por circunstancias diversas nos quitan y mandan a otro sitio». La Escuela de Música que existió en el edificio Los Arcos, el garaje de la antigua casa de Primo de Rivera hasta que fue imposible conciliarlo con la presencia de la Biblioteca Municipal, la Casa de la Cultura mientras estuvo en Ancha o el Callejón de los Bolos antecedieron a la Sala Compañía.

Los lunes y los miércoles pueden ensayar allí mientras nada lo dificulte pero aspiran a tener sede estable. Y eso pretende el proyecto de Ciudad de la Música cuya intención municipal adelantó LA VOZ en su momento. En la banda, sin embargo, son realistas: «De buenas intenciones ya estamos servidos», dicen considerando que, de momento, esto no es más que «castillos en el aire». Más factibles ven, a cambio, las camisas que también han demandado para uniformarse en verano.