Rubalcaba apela al voto racional, Chacón pide «ganas y alegría»
Los aspirantes a la Secretaría General miden ya sus fuerzas en los 'congresillos' que designarán delegados para el 38 Congreso
MADRID. Actualizado: GuardarLos veteranos del PSOE recuerdan con cierta frecuencia y no poca sorna el análisis que Felipe González hizo a su candidato tras perder las primarias de 1998: «Joaquín (Almunia), a ti te han votado todos los que te conocen; a (Josep) Borrell todos los que no le conocen». La anécdota sale a la luz de manera recurrente cada vez que asoma una contienda interna y esta vez no ha sido una excepción. Los partidarios de Alfredo Pérez Rubalcaba saben que el espíritu 'libertario' de los socialistas puede pasarles factura en el 38 Congreso. Ahora, el aspirante pide a su partido que sea racional y vote con la cabeza.
Son muchos los socialistas que admiten que la oferta para el cónclave de Sevilla resulta poco estimulante y que, por ese mismo motivo, la clave de la pugna entre Carme Chacón y Rubalcaba no estará tanto en las adhesiones inquebrantables como en los rechazos viscerales a uno u otro candidato. El presidente del grupo parlamentario socialista dio por buena la tesis ayer de manera implícita. Durante un acto con militantes en Almería, reclamó que en lugar de votar «contra» nadie se piense quién es más «útil» para gestionar el PSOE y para plantar cara al PP en un momento tan delicado como el actual.
La convicción de que él es la persona idónea y de que su capacidad política está más que testada le ha granjeado ya el apoyo de más de la mitad de los 'barones' territoriales, mientras que solo cuatro, el castellano-manchego José María Barreda; el navarro Roberto Jiménez; el madrileño Tomás Gómez, y el catalán Pere Navarro, se han mojado de manera más o menos explícita por Chacón. Pero, lejos de lo que pueda parecer, eso no implica que Rubalcaba parta con ventaja.
Primero, porque no todas las federaciones aportan el mismo número de delegados al congreso. Y, no menos importante, porque la opinión de unos secretarios generales que en no pocos casos se enfrentan a una fuerte contestación interna, puede ser incluso contraproducente y estimular, de nuevo, el temido voto «en contra».
Choque de 'aparatos'
La dirigente catalana tiene, además, el importante respaldo del PSC, que previsiblemente votará más unido que el resto de federaciones y es, tras Andalucía -clave y aún una incógnita-, la que mayor representación tendrá en el Congreso. Madrid, la cuarta, no le respalda en bloque, pero sí parece decantarse a su favor y en la Comunidad Valenciana, la tercera, tampoco le faltan apoyos. A eso hay que sumar el hecho de que, en su equipo, cuenta con experimentados hombres de 'aparato', de esos que andan con pocos miramientos, como el exsecretario de Organización catalán, José Zaragoza, o el coordinador de su campaña, el castellano-manchego Máximo Díaz Cano. Rubalcaba, tiene, por su parte, el respaldo del 'aparato' de Ferraz, pero ha sufrido una importante baja, la del vicesecretario general, José Blanco, quien está fuera de juego desde hace meses tras su implicación en el 'caso Campeón'.
En cualquier caso, aún es pronto para hacer recuentos. A lo largo de toda esta semana y hasta hoy mismo las agrupaciones locales han ido eligiendo a sus delegados para los 'congresillos' regionales que designarán a los militantes con derecho a voto en el 38 Congreso. El proceso concluye el próximo domingo y a él están entregando en cuerpo y alma los partidarios de ambos aspirantes para inclinar la balanza a su favor. Mientras, uno y otra se entregan a los mítines en casa.
Si Rubalcaba visitó Almería y Málaga y pisará mañana Bilbao y Pamplona, Chacón se dedicó a Canarias. Y, si él puso en valor su experiencia y lanzó algún dardo sutil al advertir de que el PSOE debe ser un partido progresista pero no jugar a la «estética» sino ser «partido de Gobierno», ella habló de no tener miedo a «abrir puertas y ventanas» y apeló a las emociones. «Somos muchos los que tenemos ganas y alegría de levantar este partido ya, mucha gente lo necesita, y yo sé cómo va a acabar este proceso: los socialistas van a elegir al secretario general libremente y al minuto siguiente estaremos más unidos y tendremos más credibilidad», dijo.
Tampoco faltó lo que llamó «autocrítica». Miembro de la ejecutiva federal que ha sido durante ocho años, Carme Chacón se dolió de que en el PSOE haya «fallado» el espíritu democrático en la toma de decisiones.