Economia

Francia minimiza el varapalo sin excluir nuevos ajustes

Fillon descarta nuevas «decisiones masivas de reducción del gasto» y reitera el compromiso del Gobierno galo con la reconducción del déficit

PARÍS. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Gobierno francés descarta promulgar un nuevo plan de austeridad, que sería el tercero desde agosto, tras la pérdida de la nota máxima de solvencia de su deuda soberana. Pero no excluye introducir ajustes presupuestarios en función del comportamiento del crecimiento de la riqueza nacional. En la resaca del adiós a la 'grandeur' económica, París ratificó el compromiso de cumplir el objetivo de un déficit público del 3% del producto interior bruto (PIB) en 2013 con un regreso al equilibrio en 2016.

Con el presidente Nicolas Sarkozy guarecido en el Elíseo, el jefe del Gobierno, François Fillon, abrió ayer el paraguas institucional para capear el temporal de descrédito financiero que se ha abatido sobre la mayoría conservadora a cien días de las elecciones presidenciales. En un curioso ejercicio de desdramatización de la pérdida de una triple A que los propios gobernantes habían sacralizado, el primer ministro se refirió a «una decisión esperada pero a contracorriente» y de «una alerta que no debe ser dramatizada ni subestimada». El descenso desde la matrícula de honor (AAA) al sobresaliente alto (AA+) en el baremo de Standard&Poor's significa desde la óptica gala que «la nota de Francia sigue entre las mejores del mundo, con la de Estados Unidos tratándose de esta agencia».

Tras proclamar que la reducción del déficit es un «objetivo intangible», Fillon consideró «suficientes» las medidas presupuestarias de su Gobierno y rechazó añadir «decisiones masivas de reducción de gastos» porque pondrían en riesgo el crecimiento. En agosto se aprobó un primer plan de ajuste para ahorrar 12.000 millones de euros entre 2011 y 2012, y en noviembre se anunció un segundo para economizar 18.600 millones de euros de las arcas públicas entre 2012 y 2013.

No obstante, contempló reajustar las cuentas «si es necesario a la vista del crecimiento constatado». En los presupuestos de este año se ha habilitado una partida de 6.000 millones para afrontar un crecimiento descendido al 0,4% del PIB en lugar del 1% previsto, algo hoy muy probable. Pero esa reserva sería insuficiente para absorber una subida de los tipos de interés por encima del 3,7%, la hipótesis presupuestaria. Como recordó Fillon, la deuda francesa a diez años cerró el viernes al 3,08%, un margen confortable.