'Feicheng Wurao' es un famoso programa para encontrar pareja.
Sociedad

China declara la guerra al entretenimiento

Las nuevas directrices de televisión pegan un hachazo al número de programas para encontrar pareja, concursos y series de humor

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«Prefiero llorar en un BMW». Así de parca respondió Ma Nuo, una concursante veinteañera, al modesto joven que le preguntó si se contentaría con dar un paseo en su bicicleta. Lo hizo en 'Feicheng Wurao', el programa para encontrar a la media naranja más exitoso en China. La frase es ya todo un clásico de la televisión china del siglo XXI, en la que todos los canales apuestan por este tipo de 'show', pero también se ha convertido en la bandera de una banalidad de mal gusto. Eso es lo que han esgrimido los dirigentes más conservadores del Partido Comunista para dar el mayor hachazo que se recuerda a la parrilla televisiva del país.

Con el cambio de año ha entrado en vigor la nueva normativa de la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión (SARFT), que pretende acabar con el «exceso de entretenimiento» en la pequeña pantalla: los 34 canales por satélite solo podrán emitir dos programas de este tipo a la semana, con un máximo de 90 minutos en el 'prime time' chino -de 19.30 a 22.30-. A su vez, las cadenas tienen que programar al menos dos horas de informativos al día entre las 6 de la mañana y las 12 de la noche, y un mínimo de 30 minutos tendrá que verse en el período de mayor audiencia. Muchos optan por conectar con el Telediario de la estatal CCTV-1, el más visto del planeta.

Así, el objetivo del Gobierno ya se ha cumplido: el número de programas de Operaciones Triunfo, Humores Amarillos y similares se ha desplomado un 69% -la última semana de 2011 fueron 126, mientras que los primeros siete días de 2012, se contabilizaron solo 38-. En su lugar se promueven espacios que reflejan «los valores tradicionales chinos y del socialismo». O sea, documentales y espacios propagandísticos, algunos de los cuales rescatan la estética revolucionaria más propia de la era de Mao Zedong, cuya audiencia es infinitamente menor que la cosechada por los espacios de entretenimiento. Si a esto se suma la también reciente prohibición de intercalar publicidad en seriales y programas de más de 45 minutos de duración, se pone en riesgo la viabilidad de las televisiones.

Pero lo importante es preservar la salud mental y la decencia de una sociedad que coquetea demasiado con el exceso, replican los dirigentes de Pekín. Episodios como el de Ma Nuo, que ya se ha convertido en toda una 'celebrity' en China, demuestran el vuelco capitalista que viven los chinos, y, según muchos analistas, lo fomentan. No obstante, 'Feicheng Wurao', emitido por el canal de la provincia de Jiangsu y visto por más de 50 millones de personas, se ha salvado de la quema. Por el momento. Así que, los fines de semana, la audiencia seguirá asistiendo al examen que 24 chicas jóvenes le hacen al candidato a una cita. En los vídeos que lo introducen se deja muy claro la clase social a la que pertenece, e incluso el vehículo que conduce. Y ya se ha demostrado que una bicicleta es un punto en contra.