Economia

La locomotora alemana crece un 3% en 2011 pero tropieza al final del año

Los buenos resultados del PIB permiten a la principal economía de la zona euro reducir su déficit hasta el 1% del Producto Interior Bruto

WIESBADEN. Actualizado: Guardar
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La economía alemana creció un robusto 3% en 2011, lo que le permitió reducir su déficit presupuestario hasta el 1% del PIB, pero tropezó en el último trimestre en el umbral de un año 2012 muy incierto.

Por segundo año consecutivo, Alemania ha sido la locomotora de la economía europea, lo que le ha permitido reducir su déficit público a 26.700 millones de euros, un 1% del PIB germano.

Eso permite a Berlín respetar por primera vez desde 2008 uno de los criterios de disciplina presupuestaria europea, un déficit público inferior al 3% del PIB. En 2010, se elevó al 4,3% del PIB.

También la deuda se ha beneficiado de esta bonanza, pasando del 83,2% del PIB en 2010 al 81,7% en 2010, aunque supera ampliamente el límite del 60% fijado por el Tratado de Maastricht.

Tras sufrir una recesión récord en el año 2009, con un desplome del PIB del 5,1%, la economía alemana creció fuertemente en 2010 (3,7%) y «seguía recuperándose en casi todos los sectores» el año pasado, declaró ayer el presidente de la oficina federal de estadísticas Destatis Roderich Egeler, en una conferencia de prensa en Wiesbaden.

Berlín, que exige en Europa reformas estructurales y sanear las finanzas públicas mediante la austeridad, puede ponerse de ejemplo. El país está «en el camino correcto» para respetar su propia regla de oro, es decir, un déficit público estructural por debajo del 0,35% para el Estado federal a partir de 2016, y nulo para los Länder (regiones) a partir del 2020, señala Christian Ott de Natixis.

Más que la media

Su economía ha crecido dos veces más rápido que la media de los países de la zona euro y Estados Unidos, y solo ha quedado por detrás de Suecia, Polonia, Finlandia y los Estados bálticos, según Destatis. La mayoría de los países vecinos todavía no han publicado los datos oficiales del cierre del año, pero Francia -el otro país que lidera la búsqueda de salidas a la crisis- prevé un crecimiento del 1,75% y un déficit inferior al objetivo oficial del 5,7%.

Sin embargo, Alemania no podrá saborear por mucho tiempo estos buenos resultados. El crecimiento económico «será un poco más débil el próximo año», reconoció Egeler. En opinión de los economistas, la economía alemana se desacelerará fuertemente en 2012, e incluso puede replegarse a principios de año, lastrada por la crisis de confianza que mina a la zona euro y que terminará por tocarla. El Gobierno prevé un crecimiento del 1%. En el último trimestre del pasado año, el PIB menguó un 0,25%, según Destatis.

Incertidumbre

«La incertidumbre para 2012 es inhabitualmente alta», advirtió Christian Schulz, del banco Berenberg. Es posible tanto un rebote de la economía a finales de año si la crisis de la zona euro se controla, como una «recesión mayor» si empeora, explicó.

En el conjunto del 2011, el consumo y las inversiones permitieron a Alemania resistir a la crisis que sacude a sus vecinos, haciéndose menos dependiente de sus exportaciones. El consumo privado, que hasta ahora había sido el eslabón más débil, creció un 1,5%. A ello han contribuido la caída del desempleo y el crecimiento del 2,2% de los ingresos netos por trabajador, pese a la subida de impuestos.

Las inversiones privadas en bienes de equipo aumentaron un 8,3%, y la construcción también ha registrado un boom sin precedentes en 17 años.

Las exportaciones crecieron un 8,2% pero las importaciones también han sido robustas, y la contribución del comercio exterior al crecimiento limitada.

Pero si el modelo económico de Alemania, fundando en una poderosa industria exportadora, le ha permitido un fuerte rebote tras una profunda recesión en 2009 y la caída del paro, ha sido al precio del aumento de las desigualdades.

La multiplicación de empleos a tiempo parcial (los llamados mini-jobs) junto con un control de los salarios generalizado estos últimos años han impedido que se reduzca por debajo del 14% el número de alemanes que están por debajo del umbral de pobreza, según un estudio reciente.