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Arias Cañete pide a Bruselas que mantenga las ayudas agrarias

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, pidió ayer a la Comisión Europea (CE) el mantenimiento del cheque agrario que España percibe anualmente en concepto de ayudas, amenazado por la actual reforma de la Política Agrícola Común (PAC).

«Hay unas líneas rojas que no se deben traspasar ya que la PAC sigue necesitando un apoyo muy importante y en estos momentos los agricultores y ganaderos europeos y españoles no pueden ver reducidos los actuales niveles de ayuda», dijo Cañete tras la reunión con el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos.

España, con 7.500 millones de euros al año, es el segundo perceptor de fondos agrícolas de la UE (6.090 millones, tras Francia) y el tercero en los de desarrollo rural (1.562 millones, después de Polonia y Rumanía).

El mantenimiento de esas subvenciones, según el ministro, está justificado «en un momento en que las cadenas agroalimentarias no funcionan satisfactoriamente y que se están incrementando los costes de producción».

En su encuentro con el comisario, Arias Cañete subrayó que para el Gobierno español esa reforma es «una cuestión política prioritaria».

Asimismo, le explicó que España preferiría que la CE, antes de resolver la reforma de la PAC, cerrara el debate sobre los presupuestos para el periodo 2014-2020, lo que permitiría conocer los recursos disponibles, «ya que la marcha en paralelo de los dos puede conducir a situaciones no deseadas». Ello ocurriría, precisó, si la PAC no contara con los recursos suficientes, un supuesto que «el Gobierno español va a combatir con todas sus fuerzas».

Por otra parte, el ministro transmitió al comisario la «enorme inquietud» que a España le plantea la reforma de la PAC «en su configuración actual». Cañete subrayó la necesidad de trabajar en un modelo de reforma «que sea aceptable para los agricultores españoles» ya que el que propone Bruselas produce «muchas disfunciones en su sistema de aplicación» en un país como España, donde hay «una fortísima diversidad agronómica y con territorios que tienen unos cultivos con características muy diferentes».