Los socialistas denuncian el «fraude masivo» cometido por el Ejecutivo
Las andanadas a Rajoy por la subida tributaria son el único punto que une a Rubalcaba y Chacón, que ya han comenzado a atacarse
MADRID. Actualizado: GuardarLos socialistas denunciaron ayer al unísono las medidas adoptadas en los primeros consejos de ministros de Mariano Rajoy, de forma especial la subida del Impuesto sobre la Renta. Es el preámbulo de los duros reproches que hoy el PP tendrá que escuchar en el Congreso desde las bancadas del PSOE, y de la práctica totalidad de la oposición, cuando acuda al pleno para ratificar el decreto de recortes del gasto público y medidas urgentes de lucha contra la crisis aprobado el pasado 23 de diciembre.
Carme Chacón calificó el alza tributario de «hachazo» a los trabajadores y a la clase media y de «fraude masivo» a los españoles, por considerar que los populares han hecho justo lo contrario de lo que hace poco más de un mes prometieron a los electores que les otorgaron una amplia mayoría absoluta.
Alfredo Pérez Rubalcaba, con un argumento similar, insistió en que Rajoy «ha engañado a los españoles», al tiempo que el número dos del grupo parlamentario socialista, Eduardo Madina, aseguró en TVE que «en solo dos semanas se ha visto que todo lo que dijeron -tanto en la oposición como en la campaña electoral- era mentira». Madina sigue sin querer tomar partido en el pulso interno y sin escuchar a quienes le animan a encabezar una tercera vía. No así el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, que un día más reivindicó un tercer candidato, papel para el que no se promueve, pero tampoco se descarta.
Pinchazos mutuos
Las andanadas contra el Ejecutivo son el único punto que mantiene unidas a las familias socialistas, por lo demás ya inmersas de lleno en la lucha por el relevo de José Luis Rodríguez Zapatero en la secretaría general del partido, que se producirá en el primer fin de semana de febrero, en el congreso federal a celebrar en la capital andaluza.
Los dos únicos dirigentes que hasta ahora han anunciado su candidatura al liderazgo socialista ya han comenzado a atacarse y lanzar mensajes a los militantes, que entre esta semana y la próxima deberán designar en las asambleas locales y provinciales a los 972 delegados que elegirán al secretario general.
La más madrugadora fue Chacón, que por la mañana reunió en un hotel madrileño a su equipo político, seis hombres y seis mujeres, entre los que destacan los exministros Francisco Caamaño y Cristina Narbona, el excandidato socialista Josep Borrell, el expresidente del Senado Javier Rojo, el líder del PSOE navarro, Roberto Jiménez, y los alcaldes de Soria y Palma de Mallorca, Carlos Martínez y Aina Calvo.
La exministra de Defensa, al final de la reunión, definió a su proyecto y su equipo como una combinación de «experiencia y juventud; fuerza, talento y capacidad para conformar una alternativa de liderazgos compartidos y abordar la enorme tarea que tenemos por delante».
El punto que más llamó la atención de sus declaraciones fue cuando, tras agradecer a Rubalcaba todo lo que ha hecho por el partido y los españoles, «sobre todo por el fin de ETA», lo dio por amortizado. Aseguró que ahora «el PSOE necesita abrir un nuevo tiempo, con un partido fuerte, sólido, con ganas, capaz de levantarse ya, y con propuestas a la sociedad; un partido que se recargue cuanto antes». «España y Andalucía nos necesitan fuertes cuanto antes para conformar una alternativa de Gobierno», resumió, no sin antes quitar importancia a que su oponente duplicase sus avales en el comité federal. «No era ninguna competición», solo «un trámite», aclaró.
Rubalcaba, por su parte, se desplazó por la tarde a Sevilla, donde explicó su proyecto a varios centenares de militantes de la capital de la federación más decisiva, por aglutinar a la cuarta parte de los delegados. El exvicepresidente regresará en próximos días a cortejar a los socialistas andaluces, con visitas a otras provincias, como Almería.
La andanada más clara contra su oponente no la lanzó en el mitin sino a través de un comunicado afín, titulado 'Diez razones para apoyar a Rubalcaba'. La segunda razón indica que «el cambio inteligente no vendrá de una controversia falsa entre lo viejo y lo nuevo, ni de un giro brusco de timón sin un destino claro». «El cambio inteligente -continúa- no se basa en la edad ni en los eslóganes sino en las ideas claras sobre lo que se pretende y en la capacidad para conseguirlo». «Eso es lo que aporta Rubalcaba», concluye, solo a falta de añadir: y no Chacón.