Rubalcaba, junto a parte de su equipo, llega ayer a la sede del PSOE con sus avales. :: J. C. HIDALGO / EFE
ESPAÑA

Barones socialistas insisten en dejar la puerta abierta a una tercera candidatura

Rubalcaba inicia su campaña interna en Andalucía, la federación decisiva en la elección del secretario general

MADRID. Actualizado: Guardar
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Barones socialistas insisten en alertar de que nadie dé por hecho que la lucha por el liderazgo en el partido se va a solventar en febrero entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón y mantienen la puerta abierta a la aparición de un tercer candidato de última hora.

Todos coinciden, unos en público y muchos en privado, en que las cuatro semanas que quedan para la elección del secretario general es un tiempo demasiado breve para facilitar la llegada del tercer aspirante. Sin embargo, también indican que en el partido hay muchos militantes que demandan algo nuevo, diferente a los dos aspirantes actuales, y que si esta demanda se concreta en un importante número de delegados al congreso federal de Sevilla podría haber personas dispuestas a dar el paso. De hecho, la incógnita no se desvelará hasta los mismos 3, 4 y 5 de febrero, en Sevilla, porque para ser candidato basta con lograr el aval de 191 de los delegados presentes en el congreso, el 20%.

La tesis la defendieron ayer ante los medios de comunicación el líder madrileño, Tomás Gómez, que dijo que, «conociendo a mi partido, es muy probable que haya más candidatos», y el propio secretario de organización del PSOE, Marcelino Iglesias, quien recordó que el proceso «no ha terminado» y que de ningún modo descarta el aumento de aspirantes.

Sin embargo, quien defendió la opción con más contundencia fue el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, que en Onda Cero aseguró que «está empezando a ganar partido un bloque mayoritario de opinión -en el que se incluye- que piensa que quizás tenga que salir algo distinto, novedoso», aunque reconoció que la estrechez de plazos juega en contra de este movimiento.

Amagos y escarceos

García-Page cree que, pese a todo, son muchos los que están atentos a los resultados de las asambleas locales y regionales que en las próximas dos semanas van a elegir a los delegados del congreso para ver «en qué medida existe o no divorcio entre los que piensa la base y lo que se piensa en Madrid». Ni siquiera descartó que él sea uno de los que esté dispuesto a dar el paso en la pugna por el liderazgo. «Estoy abierto a participar en este debate en la posición que sea necesaria», comentó, aunque también advirtió de que «me gusta arriesgar, pero otra cosa muy diferente es tirarse a la piscina».

La última voz en sumarse a la hipótesis fue el movimiento de militantes y simpatizantes 'Bases en red', que abrió un debate en sus canales de internet para decidir si intentan lanzar al menos a un 'precandidato' a la secretaria general, con la obtención de 24 firmas de miembros del comité federal, que luego intente lograr en el congreso los avales suficientes para dar la batalla.

Los que son ya oficialmente precandidatos son Rubalcaba y Chacón, que ayer entregaron en la sede de la calle Ferraz los avales que recogieron en el comité federal, que fueron validados por Marcelino Iglesias. Rubalcaba entregó 57 y Chacón unos 30. Unos y otros insisten en que el dato no marca tendencia, porque ambos parten con múltiples apoyos y el resultado del pulso es incierto.

El PSOE puso a su disposición una serie de medios materiales para que realicen su campaña interna. Coche oficial, parcela en la web del partido, oficina, personal administrativo y de prensa y acceso a espacios comunes en Ferraz, así como los medios para enviar información a las agrupaciones socialistas y delegados.

Rubalcaba, que ayer amplió sus apoyos con Txiki Benegas y Carmen Alborch, arrancará hoy su campaña en Sevilla, la capital de la federación que todos cortejan por ser clave en el congreso, al aportar el 25% de los delegados.

El exvicepresidente, para evitar suspicacias, no será el portavoz parlamentario del PSOE el miércoles, en el pleno que debatirá los recortes aprobados por el Gobierno.