TV

¡MÁS 'REALITIES'¡

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La delegación de Berlusconi en España, o sea Mediaset, o sea Telecinco y Cuatro, ha anunciado un nuevo 'reality-show'. ¡Otro! Sí, pero este se sale del perfil que Telecinco ha ido consolidando, a saber, bronca y guarrindongueo, y entra en el registro de lo que podríamos llamar 'aprendizaje de destrezas'. ¿De qué se trata? De cocinar. La cosa se llama 'Top Chef' y quince aspirantes aprenderán a cocinar de verdad al lado de grandes profesionales de los fogones. Es una atmósfera que cuadra poco con Telecinco, así que el programa irá en la hermana pequeña, Cuatro. Es interesante, porque en realidad el modelo original de los 'reality-shows' era precisamente este. Si usted se acuerda, al principio este género televisivo consistía en que la gente se encerraba para hacer algo: aprender a cantar, aprender a sobrevivir, incluso aprender teatro. En España hemos tenido hasta un 'reality' para aprender publicidad. Pero este tipo de 'reality-show', que era el verdaderamente constructivo, muy pronto perdió terreno en favor del modelo puramente zoológico: una recua de individuos queda estabulada y usted mira lo que hacen, como en 'Gran hermano'. Y cuando eso no bastó, las cadenas se las arreglaron para que los estabulados fueran famosetes, de manera que el espíritu original quedó prácticamente borrado. Uno hace cuenta de todos los 'reality-shows' que han fracasado en nuestra pantalla y la cifra causa asombro: 'El aprendiz', 'El bus', 'Estudio de actores'. También fracasaron los que únicamente jugaban la baza del sexo, como 'Confianza ciega', o los 'paranormales' como 'El castillo de las mentes prodigiosas'. Hasta 'Operación triunfo' terminó languideciendo después de su éxito inicial. Y la más reciente versión de lo mismo que hemos visto en Cuatro, que es 'Fama, ¡a bailar!', ha tenido resultados irregulares. Con estos antecedentes, la apuesta por un nuevo 'reality' es francamente arriesgada. Conste una cosa: es bueno que aparezcan productos como 'Top Chef' porque pueden dignificar un género degradado. Pero otra cosa será que el público secunde la propuesta.