EXPLICACIÓN NECESARIA
POLITÓLOGO Y PERIODISTA Actualizado: GuardarEl pasado viernes 30 de diciembre el equipo económico del Gobierno de España anunció un plan de austeridad que, pese a su realismo y necesidad, recibió las críticas de las formaciones políticas y sindicales. Desde entonces hasta ahora, Mariano Rajoy no ha comparecido ante la opinión pública para dar explicaciones. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, en rueda de prensa, precisó el pasado jueves que no comparecerá ante el Congreso de los Diputados hasta después de 30 de enero. ¿Táctica acertada o suicida?
Que las medidas económicas fueran anunciadas por Cristóbal Montoro, Luis de Guindos, Fátima Báñez y Soraya Sáenz de Santamaría es un punto a favor del presidente de Gobierno. Con este modus operandi, demuestra confianza plena en su gabinete económico, al que, por otro lado, ha dotado de plena capacidad de maniobra.
Aguardar a un mes del traspaso de poderes para explicar unas medidas muy duras y que van a exigir un importante sacrificio a la mayoría de los ciudadanos puede afectar negativamente al objetivo de que la sociedad entienda la política de ajuste del Gobierno como algo necesario e irremediable. Transparencia y comunicación constituyen dos elementos muy necesarios, tanto para reforzar la capacidad de liderazgo del presidente del Gobierno como para someter los ajustes al necesario y obligado debate parlamentario. Prolongar en exceso su ausencia pública está provocando además otro efecto contraproducente, ya que otorga al PSOE un argumento con el que vertebrar su discurso crítico.
Que España es diferente encierra algo más que un eslogan. Mientras, por ejemplo, en Reino Unido David Cameron asumió el gobierno nada celebrarse las elecciones, en paralelo a la dimisión de Gordon Brown, nosotros tuvimos que esperar un mes, lo que supuso el caldo de cultivo perfecto para que la rumorología (en forma de posibles ministrables) ocultase la herencia económica socialista.
Por tanto, Mariano Rajoy debería dar explicaciones ante la ciudadanía y en las mismas enfatizar un punto: que la gravedad de nuestra economía es real y no una táctica con la que asustar primero y ganar votos después.