EL OJOPATIO

UN TIEMPO NUEVO

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Los mensajes de inquietud, incertidumbre, desconfianza, desazón. han competido ventajosamente con los tradicionales de ilusión, amistad, convivencia y bonhomía. El capital y los mercados se han erigido, en esta Navidad que hoy concluye, en heraldos de un tiempo nuevo, desplazando sin contemplación a las hadas de las nieves, al viejo obispo de Baris, a los Magos de Oriente y al mismo niño de Belén.

El sufrimiento de muchas familias afectadas por la situación económica ha eclipsado aún más este tiempo de amor y alegría. La conmoción generada por el contundente comunicado del Gobierno en la víspera del año nuevo ha dejado mudos a muchos ante el reloj de la media noche. El tañido de las campanadas retumbó como el presagio de un tiempo no deseado. Se aplazaron los deseos y hasta se eludió el tradicional brindis. En esta ocasión sonó como si nos dispusiésemos a emprender un viaje a lo desconocido.

Estrenamos tiempos adversos, difíciles, inciertos, donde el escepticismo y el miedo tratan de petrificarnos el alma, de inhabilitarnos para continuar luchando. Nos invitan a mirar para otro lado y evadirnos, a ignorar a quienes sufren más que nosotros. Tiempos dispuestos a atentar contra nuestra legítima aspiración de ser felices.

Pero no debemos consentirlo, es el momento de rebelarnos abiertamente contra el negativismo y la desmotivación imperantes. Negar la realidad, culpar a otros de los males que nos aquejan, ser cínicos y descreídos es lo más fácil y no nos conduce a ningún sitio. Aprovechemos el nuevo escenario que se nos brinda para rescatar, desde el realismo de la actual situación, los valores perdidos o abandonados a conciencia, para poner freno a los excesos de ambición y recuperar la integridad y la honestidad. Para volver a tener claro que no es más quién más tiene, sino quien más comparte. Para reconvertirnos, para reinventarnos.

Porque nunca hubo vida sin crisis. Porque la crisis es consustancial a toda existencia. No es posible madurar humanamente sin ella. Por todo, en lo personal, fe, mucha fe en nosotros mismos. En lo colectivo, solidaridad y generosidad entre quienes compartimos la misma condición. Solo así podrá ser un buen año.