![](/cadiz/prensa/noticias/201201/06/fotos/8451201.jpg)
73 chiíes mueren en una oleada de atentados en Irak
Las cinco explosiones en Bagdad y Nassiriya agrandan la brecha sectaria existente entre las principales ramas del Islam
BAGDAD. Actualizado: GuardarUna nueva oleada de atentados contra la comunidad chií sacudió ayer Irak. Al menos 73 personas murieron y alrededor de 140 resultaron heridas como consecuencia de las cinco ataques terroristas dirigidos de forma directa contra los fieles de esta rama del Islam. El suceso más letal tuvo lugar en la provincia de Nassiriya, al sur del país, donde un ataque suicida contra un grupo de peregrinos acabó con la vida de 44 personas. Pero para esa hora, las calles de Bagdad ya estaban manchadas de sangre como consecuencia de otras cuatro potentes explosiones.
El ataque en Nassiriya tuvo lugar cuando un terrorista suicida detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado a su cuerpo en la zona de Al Batha. Las víctimas de esta explosión se encontraban junto a una caravana de atención a los peregrinos, en la que se repartía comida y bebida a los fieles.
Las fuerzas policiales temen que este tipo de ataques se reproduzcan en las próximas semanas, ya que se espera que miles de fieles se desplacen por esta región. Y es que los chiíes deben acudir a la ciudad santa de Kerbala para celebrar el Arbain, el rito que marca el fin de los 40 días de luto guardados por la muerte del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma.
A primera hora de la mañana ya se habían producido cuatro explosiones en Bagdad. «No nos sorprenden ni nos parecen extrañas estas explosiones. Estamos acostumbrados», afirmaba con cierto tono de resignación Qassim al-Musaui, portavoz del centro de operaciones de la capital iraquí. El atentado más madrugador se produjo en el distrito de Ciudad Sadr, al noreste de Bagdad. Un artefacto casero colocado en una motocicleta causó la muerte de trece personas e hirió a otras 32 que participaban en una concentración de jornaleros. Esta zona es un feudo tradicional del movimiento chií Ejército del Mehdl, del clérigo Muqtada al-Sadr.
La Policía aseguró que el estado de muchos heridos es de extrema gravedad y eso puede provocar que el número de víctimas aumente con el paso de las horas.
Poco después, dos coches bombas acabaron con la vida de 16 personas y otras 36 se vieron afectadas en el distrito de Kadhimiya, al norte de la capital, que cuenta con una población mayoritariamente chií. Esta deflagración provocó también grandes daños en los edificios colindantes.
Pronto para acusar
«Es demasiado pronto para acusar a nadie. Debemos aclarar algunos puntos en la investigación», afirmaban los portavoces de las fuerzas de seguridad de Bagdad. Pese a esa cautela, está claro que estos sucesos agrandan la brecha existente entre la población chií y suní de Irak.
Tras la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, la tensión entre chiíes y suníes se ha disparado. El vicepresidente Tarek al-Hashemi está 'refugiado' en la región de Kurdistán, ya que se encuentra en situación de busca y captura por su supuesta vinculación en varios atentados terroristas. Es uno de los rostros más influyentes del bloque suní y se siente víctima de un montaje político por parte del primer ministro Nuri al-Maliki, al que acusa de intentar monopolizar el poder.
Por su parte, el movimiento armado chií Asaib al Haq (Liga de la Rectitud) informó ayer de que el escolta Alan McMenemy murió mientras intentaba escapar de sus captores. Este grupo de milicianos aseguró que desea entregar, sin condiciones, el cadáver de este ciudadano británico que llevaba cinco años secuestrado.