El Gobierno limitará los pagos en efectivo para combatir el fraude
El nuevo plan de control tributario aspira a recaudar 8.171 millones en 2012, menos que lo obtenido en 2011 y 2010
MADRID. Actualizado: GuardarLos pagos sin control de grandes cantidades de dinero en efectivo son el nuevo foco de atención de Hacienda, que ve en esas operaciones una vía para evadir el pago de impuestos como el IVA y encubrir el uso de dinero negro, sobre todo de billetes de alta denominación. De ahí que el Gobierno estudie ahora limitar este tipo de transacciones, a imitación de lo que ya han hecho otros países europeos castigados por la crisis como Francia e Italia, que han fijado umbrales máximos de 3.000 y 1.000 euros, respectivamente, para las cantidades a pagar en metálico.
Soraya Sáenz de Santamaría anunció esta medida, que enmarcó en el Plan General de Control Tributario con que el Gobierno quiere intensificar la lucha contra la evasión. Pese a que la vicepresidenta señaló que su meta es «elevar» la recaudación por esa vía a 8.171 millones en 2012, el balance del Plan de Prevención del Fraude Fiscal publicado por la Agencia Tributaria en diciembre constata que limitarse a ese objetivo supondriá, en realidad, un grave retroceso.
En 2011 los ingresos por estas actuaciones reportaron al Estado 10.400 millones de euros (un 3,6% más interanual) y en 2010 fueron 10.043 millones (con una subida del 23,7%). Recaudar ahora 8.171 millones sería retrotraerse a 2009, cuando se lograron 8.119 millones.
El Consejo de Ministros de ayer examinó un informe del responsable de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, que incluye las directrices que inspirarán la lucha contra el fraude. El plan de Montoro supone, en general, profundizar en el modelo diseñado por los equipos de sus antecesores, Elena Salgado y Pedro Solbes. No obstante, hay novedades entre las que destaca la iniciativa de «establecer algún tipo de limitación del uso de efectivo en determinadas transacciones económicas».
Sáenz de Santamaría no desveló cuál será el techo para los pagos en dinero contante y sonante, pero dio pistas al señalar como ejemplos las normas vigentes en Francia e Italia. La normativa del país vecino establece en 3.000 euros el límite para pagos en efectivo entre profesionales y de 1.500 para el abono de salarios. En Italia, el Gobierno de Mario Monti, restringió dentro de su paquete de ajustes a 1.000 euros las entregas en billetes y monedas.
En su último mandato, el PSOE estableció la obligación de que las entidades financieras comuniquen a la Agencia Tributaria todo ingreso o retirada de efectivo superior a 3.000 euros. Limitar a esa cantidad el pago de facturas en efectivo era una propuesta electoral del derrotado candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. El colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) cifra en 1.000 euros el importe «óptimo» para España.
El cuarto 'impuesto'
En Hacienda consideran a la lucha contra el fraude el cuarto 'impuesto', trás IRPF, Sociedades e IVA por su elevada recaudación. De ahí que el nuevo Gobierno haya dado prioridad a esa vía para lograr ingresos adicionales con los que recortar el déficit, que en 2011 se disparó al 8% del PIB, frente al objetivo del 6%.
El discurso oficial sugiere que Hacienda estrechará el cerco sobre los sectores tradicionalmente más propensos al fraude, como los profesionales y autónomos. Las pesquisas se centrarán en buscar pruebas de actividad oculta. Se intensificarán las inspecciones y se analizarán los datos de consumo de eléctridad y los terminales de pago con tarjeta, idea que también nació del anterior Ejecutivo. El objetivo es hacer aflorar todos los ingresos de empresas sospechosas de ocultar parte de su actividad e incluso descubrir negocios escondidos en domicilios o naves industriales.