Editorial

Predisposición sindical

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El secretario general de UGT mostró ayer una aceptable disposición al consenso con la patronal en la reforma laboral pendiente. Cándido Méndez aceptó, como alternativa al despido, la conversión de contratos a tiempo completo por otros de jornada más reducida, que solo se aplicaría en las pequeñas y medianas empresas y en condiciones excepcionales. Dicha reducción sería reversible y el trabajador debería conservar íntegramente la cobertura social, lo que los diferenciaría de los 'minijobs'. También se mostró dispuesto a aceptar una significativa moderación salarial -es decir, subidas del orden del 1%- pero no la 'congelación' que quiere la patronal. Los sindicatos, que ya cometieron los errores de oponerse a la reforma laboral del anterior Gobierno y de convocar una fallida huelga general, darían ahora una elocuente prueba de cordura si aceptaran cambios racionales que detengan en lo posible la destrucción de más empleo y que faciliten la contratación en cuanto surjan los brotes verdes en la economía. En estos momentos se advierte que las organizaciones sindicales muestran más receptividad pero muy pronto deberán probarla en la mesa de negociaciones.