Guardiola prohíbe al Barça pensar en los cuartos

Con Osasuna enfrente, pero mirando de reojo al Real Madrid. El Barça inicia hoy su asalto a los cuartos de final de Copa ante un Osasuna que en su anterior visita al coliseo azulgrana (en la tercera jornada de Liga) se llevó la friolera de ocho goles. Evitar la relajación es, por tanto, la primera premisa de los azulgrana, que no podrán pensar en el Madrid o en el Málaga, sus hipotéticos rivales en cuartos. La estrella de un clásico a las primeras de cambio en la Copa brilla tanto que Pep Guardiola tuvo que repetir ayer por activa y por pasiva que lo más importante ahora es el equipo pamplonés.

Y es que con el inminente horizonte de un nuevo Barça-Madrid, en la Ciudad Condal, al choque frente a los navarros no se le da la dimensión que requiere. Por eso, Guardiola hizo bien en recordar a los suyos que el conjunto rojillo ya no es el equipo tímido y mojigato que visitó el Camp Nou al principio de temporada y salió humillado.

De la mano de Mendilibar, Osasuna se ha erigido en uno de los equipos revelación del campeonato liguero y, a pocas fechas de acabar la primera vuelta, ocupa una privilegiada quinta posición, tras haber ganado seis partidos, perdido tres y empatado siete. «Ya sabéis lo qué pienso de los equipos de Mendilibar. No me creo que haya dicho que es imposible pasar», afirmó el de Santpedor. Según el técnico azulgrana, que pide «sudor, mucho sudor» a 2012, «Osasuna no es un equipo que se quede atrás, con los once colgados del travesaño». Al contrario. «Los once de Osasuna vienen a tu portería», dijo Guardiola. «Eso irá bien porque nos obligará a estar metidos desde el primer momento», remató.

Mientras, el técnico vizcaíno, que calificó de «milagro» eliminar al Barça, arengó a los suyos con estar «súper tensionados» y «súper concentrados». «Tenemos que estar muy bien, y a ver cómo les pillamos», dijo Mendilibar, porque una cosa son las «intenciones» y otra la realidad del Camp Nou, en la que te puedes llevar «un saco».

Todo en El Sadar

Las opciones de Osasuna pasan por arrancar un buen resultado en Barcelona y jugársela todo al rojo en la vuelta en la bombonera del Sadar. Si el pequeño campo pamplonés aprieta de lo lindo en un choque cualquiera, en las citas decisivas se transforma en una olla a presión. De ahí que Guardiola, que avisó que siempre tiene problemas en los octavos, tenga pocas intenciones de reservar efectivos pensando en el derbi del domingo ante el Espanyol.

Con toda probabilidad, estará en el once Xavi Hernández, elegido ayer por cuarta vez consecutiva como el mejor constructor de juego del mundo, según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS). En cambio, Leo Messi y Andrés Iniesta, segundo y tercero, respectivamente, en esa misma clasificación, tienen todas las papeletas para empezar de inicio en el banquillo.

El jugador de Fuentealbilla sale de una lesión, en tanto que el de Rosario se reintegró ayer al grupo tras las vacaciones. Sus puestos podrían ocuparlos Pedro y Alexis, que acompañarán a Cesc en la punta. Thiago, Xavi y Busquets formarán la medular, y la defensa puede ser la habitual.

En el caso de Osasuna, el equipo navarro viaja plagado de bajas al Camp Nou (que vivirá un partido histórico, ya que por primera vez estará prohibido fumar en el estadio). Además de los lesionados Raúl García, Kike Sola, Rubén González, Jon Echaide, Masoud Shojaei, Marc Bertrán y Roversio, Mendilibar descartó de la convocatoria al portero Andrés Fernández, titular en la Liga, y al delantero almeriense Nino.