Editorial

Explicar cada ajuste

Rajoy debe y necesita dar cuenta de las razones y consecuencias de las medidas

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El anuncio de que el Gobierno adoptará en el Consejo de Ministros del próximo jueves medidas adicionales a las acordadas la semana pasada y las informaciones sobre una posible subida del IVA a lo largo del presente ejercicio subrayan aún más la necesidad de que el Ejecutivo que preside Rajoy se esmere en la explicación pública de sus decisiones y se someta a cuantas preguntas parlamentarias y periodísticas susciten las mismas. El Gobierno del PP inició su andadura el pasado viernes con una iniciativa sin precedentes de ajuste del gasto e incremento de impuestos que afecta a toda la ciudadanía. Consciente de las dificultades económicas por las que atraviesan el país y los demás miembros de la Unión, la sociedad puede haber recibido la noticia de tan drásticas decisiones con la convicción de que el Gobierno no ha tenido más remedio. La explicación ofrecida de que se trata de una respuesta imprevista al imprevisto déficit del 8%, para adelantarse así a la inquietud que el desequilibrio presupuestario generaría en los mercados y en la UE, puede resultar verosímil. Pero aunque el presidente Rajoy y sus ministros vean en tal paquete de medidas un plan coherente, éste ha de ser argumentado más allá de la épica del sacrificio colectivo. Especialmente si se tiene en cuenta que sus promotores han variado, aunque sea en parte, los planteamientos que defendieron con anterioridad a su arrollador éxito electoral. Cada una de las iniciativas adoptadas afecta de manera especial a determinado sector de la sociedad. De ahí que solo una exposición razonada de los ajustes y cambios fiscales -de las causas de cada medida y de los efectos previstos por el Gobierno en la sociedad y en la economía- pueda librar a la ciudadanía de una diatriba maniquea y demagógica al respecto. Dado que el Ejecutivo no se adelantó a las solicitudes de comparecencia del grupo socialista sería imprescindible que respondiera a estas dando pormenorizada cuenta de sus decisiones en sede parlamentaria. Pero junto a ello tendría que prodigarse en atender las necesidades de información y aclaración a la opinión pública, evitando la contradictoria multiplicación de portavoces. El presidente Rajoy decidió asumir personalmente la dirección de la política económica del Gobierno. Ello comporta obligaciones de comunicación pública que, especialmente en estos momentos, no debería soslayar.