Cartas

Abuelos en crisis

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cada día me encuentro con amigos, llegados a la jubilación, con gran capacidad de participar en actividades sociales con los que, sin embargo, no se puede contar en momentos claves: justo ese día y precisamente a aquella hora tienen nietos. Parece que la mitad de los abuelos cuida a sus nietos casi a diario. Una actividad que no siempre es elegida, sino forzada por las necesidades laborales de los hijos. La consecuencia indeseable es que los abuelos tienen que renunciar a su tiempo libre, tiempo que en muchos casos dedican a actividades cívico-sociales. Es cierto que la familia es el principal colchón de millones de parados, pero la ayuda nada tiene que ver con el chantaje emocional y el sacrificio al que muchas veces se somete a los mayores. Muchos de mis amigos, que han sido buenos padres de familia y lo continúan siendo, muestran claros síntomas de padecer dicho síndrome.