ESPAÑA

El PSOE exige a Rajoy que dé la cara y explique los ajustes en el Congreso

Alonso pide que cada ministro aclare además en qué medida se verá afectado su departamento por los duros recortes

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No ha habido ningún otro gobernante europeo que haya eludido dar la cara en el momento de anunciar decisiones difíciles. Mariano Rajoy rompió el viernes la pauta de comportamiento que hasta ahora habían seguido el resto de socios europeos y la táctica le valió ya entonces la crítica del PSOE. Ahora, el primer partido de la oposición ha dado un paso más. Ayer registró en el Congreso una petición para que el jefe del Ejecutivo explique ante el pleno el drástico ajuste del gasto aprobado en el último Consejo de Ministros y la subida de impuestos de la que siempre abominó.

Los socialistas creen que Rajoy merece todo tipo de reproches, no solo por el fondo de unas medidas que juzgan «injustas e ineficaces», sino también por las formas. El portavoz provisional de la formación en el Congreso, José Antonio Alonso, insistió ayer en que los grandes perjudicados de este primer 'tijeretazo' -solo el «inicio del inicio», en palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría- son las clases medias, los autónomos, los jóvenes y «en general, todas las rentas del trabajo».

El PSOE se pasó los dos últimos años escuchando del PP críticas por aquel repentino e inesperado ajuste de mayo de 2010, cuando José Luis Rodríguez Zapatero rebajó el sueldo de los funcionarios, congeló las pensiones y redujo las inversiones, convencido de que «lo que uno no puede hacer es darse un golpe contra la pared por sus concepciones ideológicas». Antes le habían echado en cara otras decisiones para hacer frente a la crisis, como la subida del IVA anunciada en otoño de 2009. Y no pocas veces, al argumento de la improvisación y los bandazos se unió el de que nada de aquello estaba en su programa electoral. Apenas una semana después de llegar al Gobierno, se han vuelto las tornas.

Los socialistas dicen que ahora se demuestra a las claras que Alfredo Pérez Rubalcaba tenía razón cuando, en campaña, alertaba de que Rajoy tenía un «programa oculto». Alonso subrayó ayer que el exceso de déficit previsto por el Gobierno no corresponde a la Administración General del Estado, sino a las comunidades autónomas. Y, dado que desde mayo la gran mayoría están gobernadas por el PP, Rajoy debía estar ya al tanto cuando en campaña y en la sesión de investidura, más recientemente, dijo que no subiría impuestos.

El PSOE, en cambio, sí asegura estar sorprendido por la desviación del gasto prevista, el 8% del déficit en lugar del 6% comprometido ante la UE. La exvicepresidenta económica, Elena Salgado, aplaudió el pasado noviembre el «esfuerzo» de contención de las autonomías y afirmó que sus números iban por la «senda adecuada».

Detalles

En todo caso, los socialistas exigen explicaciones pormenorizadas. Y no solo de Rajoy. Alonso avisó de que también reclamarán la comparecencia de todos los ministros en comisión para que aclaren cómo afectarán los recortes a sus departamentos. Rubalcaba, que el sábado convocó una reunión de urgencia en Ferraz para analizar las medidas con su equipo económico, volvió a citar en la tarde de ayer a los principales responsables en la materia para diseñar la estrategia de oposición.

Es probable, aun así, que antes de estrenarse en la Cámara baja, el Gobierno opte por esperar a la toma de nuevas decisiones que, como avanzó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, llegarán tan pronto como este jueves.

Zapatero solía adelantarse a las peticiones de comparecencia. Desde el estallido de la crisis, protagonizó una treintena de plenos de contenido económico y dio varias ruedas de prensa en la Moncloa para detallar medidas polémicas, como han también hecho también otros mandatarios europeos. Mario Monti, en Italia, anunció personalmente a sus conciudadanos un ajuste de 30.000 millones de euros y Pedro Passos Coelho, en Portugal, optó por una declaración televisiva el pasado octubre para comunicar la eliminación de dos pagas extra a funcionarios y pensionistas, y el aumento de la jornada laboral en el sector privado, entre otras medidas. Pero hasta ahora, Rajoy ha demostrado seguir su propia receta.