La rebelión de los modestos

Después de haberse disputado los 17 partidos correspondientes a la primera vuelta de campeonato, la Primera Andaluza parece estar patas arriba. Los que no contaban en verano están haciendo una temporada brillante, y los que estaban llamados a ser gallitos de la categoría no han mostrado por el momento la contundencia que se les presuponía antes de echar a rodar.

Sorprende ver en el liderato destacado a Los Barrios, un equipo que si bien tiene un pasado glorioso y muy reciente en Tercera, no deja de ser un club castigado por la crisis que afecta al fútbol modesto, que partió en esta aventura con la misión de permanecer en la categoría y que, con un plantel muy joven formado por futbolistas de la comarca, ha logrado batir todos los registros habidos y por haber desde que se fundara esta división intermedia entre la categoría nacional y la regional. Los gualdiverdes son el equipo que con más puntos (42) ha sido campeón de invierno, el que se ha mantenido durante más jornadas invicto en la categoría y el que ha contado con el portero que se ha llevado más tiempo sin recibir un solo gol.

Igualmente plausible es la temporada que está haciendo el Balón de Cádiz, que incluso llegó a pasar varias jornadas en el segundo puesto. Pepe Bermúdez cuenta con un equipo excesivamente joven, en el que incluso han tenido presencia futbolistas en edad juvenil de primer año o cadetes, pero que está respondiendo a las mil maravillas.

Lo mismo que el Tarifa, al que sorprende ver en la séptima posición de la tabla y con 28 puntos. Con un equipo que juega por amor al arte, íntegramente de la localidad y con el mismo grupo que se había armado para salir en Preferente, los de Aurelio Cana han conseguido ponerse a tiro de piedra de la permanencia, que es su misión.

Situación similar a la del Chiclana Industrial de Queco Rosano. Los rojinegros también ascendieron esta temporada por renuncia de terceros, y con un plantel más que humilde han conseguido acumular un colchón de puntos que les va a permitir vivir con tranquilidad la segunda vuelta.

Este parece volver a ser el año de los filiales, pues el Xerez B también está dando la talla al igual que el curso pasado y da la sensación de que nadie podrá bajarlo de las tres o cuatro primeras plazas.

Puestos de privilegio por los que suspiran Puerto Real y Chiclana, que partieron con la vitola de favoritos pero no están encontrando la regularidad necesaria para estar arriba y destacados en la tabla. Cuartos y quintos, respectivamente, a los de la Villa les costó incluso tener que cambiar el dueño del banquillo; echar a Rueda y firmar a Mere.