Griñán y parte de su gobierno en el último Consejo de Gobierno del año. :: JUAN FERRERAS. EFE
ANDALUCÍA

Un año político con acento andaluz

El foco nacional estará en las autonómicas, los congresos del PP y PSOE y el bicentenario de La Pepa

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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El año 2012 arranca en España con acento andaluz. No es chovinismo. Andalucía será al menos los próximos seis meses foco de la atención nacional sobre todo en el terreno político. Dos acontecimientos marcarán la agenda de ese prisma: las elecciones autonómicas y la conmemoración del bicentenario de la Constitución de Cádiz. Curiosamente ambos está previsto que se celebren en marzo y los dos arrastrarán eventos relacionados antes y después de ese mes. Con la mirada en los comicios autonómicos, los grandes partidos, PP y PSOE, celebrarán sus congresos nacionales en febrero en Sevilla.

Cambio sí o no

Las andaluzas serán las únicas elecciones este año en España. Pero no es esto lo que las convierte en foco de interés. Tampoco que se celebren por primera vez separadas de las generales desde 1990. El PSOE gobierna en Andalucía desde sus primeros comicios en 1982 y ha sido partido hegemónico en esta comunidad en todas las elecciones desde entonces, ganara quien ganara en el ámbito nacional. El año dejado atrás rompió esa tendencia. El PP ganó por primera vez unas municipales en Andalucía en mayo de 2011, resultado que repitió con más distancia de los socialistas en noviembre en las generales.

Dos victorias anunciadas por las encuestas, que desde otoño de 2009 se muestran favorables al PP de forma empecinada y ascendente. La última del CIS andaluz, el Instituto Andaluz de Estudios Sociales Avanzados (IESA), otorgaban al PP mayoría absoluta holgada en Andalucía un mes antes de las generales. La misma encuesta revelaba un alto deseo de cambio político en esta Comunidad, el 72,8% de los encuestados.

Estas circunstancias unidas al regreso del PP al Gobierno de la nación con mayoría absoluta, otorgan una gran tensión política a las autonómicas. Si el PP vence por mayoría absoluta en Andalucía y Javier Arenas se convierte en presidente, no solo significará un vuelco histórico. El PP obtendría el mayor poder político e institucional jamás logrado por un partido en democracia en España. El PP gobierna en la mayor parte de las comunidades autónomas y capitales de provincia, mientras que el PSOE sólo en el País Vasco (con apoyo de los populares) y Andalucía. El 22 de mayo perdió casi todas las capitales, entre ellas Barcelona y Sevilla.

Pese al negro panorama los socialistas no dan por perdido del todo su tradicional bastión de votos. Este partido confía en que los ajustes del Gobierno de Rajoy, como los conocidos este fin de semana, le den un balón de oxígeno para recuperar el voto perdido. La subida de impuestos se ha convertido en un arma inesperada para el PSOE. Un regalo de Reyes. El hecho de que no hay perspectivas de que baje el paro y se cree empleo pese al cambio de gobierno en la Moncloa, también resta al PP uno de sus principales argumentos electorales en Andalucía, con una tasa de paro del 30%, según entienden los socialistas.

Pero el PP cuenta en su haber con el cansancio y el deterioro del PSOE tras 30 años en el poder. El cambio de Chaves por Griñán como presidente y candidato no parece haber tenido el efecto esperado en el electorado socialista según los resultados de mayo y noviembre . El PP insistirá en el agotamiento de los socialistas y en los ERE, el primer gran escándalo de corrupción tras los casos Ollero y Juan Guerra, para mantener la tendencia a su favor. ¿Necesitará mayoría absoluta? No está tan claro. En las andaluzas se verá si el ascenso de UPyD se corrobora y entra en la política autonómica, lo que daría opciones de alianza al PP. Con los votos del 20N puede conseguir entre uno y dos diputados. Izquierda Unida confía en mantenerse al alza y captar parte del voto del 15M como en las generales. El PSOE también. Su esperanza es gobernar con IU si PP no logra mayoría absoluta.

La gran tensión estará entre PSOE y PP. Sus candidatos, José Antonio Griñán y Javier Arenas, se juegan mucho en estas elecciones. Por ello sus partidos han echado toda la carne en el asador y celebrarán en Sevilla sus respectivos congresos nacionales, los que elijan a sus máximos líderes. Todo para realzar al candidato andaluz.

El peso de Andalucía

Sevilla acogerá el congreso federal del PSOE los días 3,4 y 5 de febrero. Tiene pues un mes para deliberar sobre el candidato más idóneo para sustituir a Rodríguez Zapatero y dirigir al partido los próximos cuatro años. Un debate en el que Andalucía vuelve a ser clave. El PSOE andaluz es el de mayor peso, aportará el 25% de los delegados. Por tanto puede ser determinante en la elección hasta ahora entre dos candidatos, Rubalcaba y Carme Chacón. Esta última a falta de confirmarse oficialmente.

La próxima semana comienza la elección de delegados al congreso. Todo hace prever que habrá varias listas en las asambleas locales. El PSOE andaluz no vive un momento tranquilo. Hay divisiones internas y aflorarán tanto en el cónclave socialista como en las listas al Parlamento. Por ello la dirección del PSOE andaluz está yendo con pies de plomo. Por ahora dice que no se pronunciará por ningún aspirante a la secretaría general. «Neutralidad activa» lo llama Susana Díaz. La secretaria de Organización del PSOE asegura que la dirección sí se mojará antes del congreso, aunque reconoce que los delegados tendrán libertad de voto porque este será secreto. Por ello, otras voces del partido creen que sería contraproducente que la dirección andaluza apostara por un candidato que pudiera resultar perdedor, ya que restaría liderazgo a Griñán ante las autonómicas.

Por ahora el presidente andaluz nada y guarda la ropa. Su objetivo es salir indemne de la pugna entre los candidatos. Echa flores a Rubalcaba y a Chacón, pero en el PSOE andaluz ya hay posiciones claras respecto a los dos. Fuentes socialistas dan por hecho que Manuel Chaves y Gaspar Zarrías se decantarían por Rubalcaba, mientras que Mar Moreno, consejera de Presidencia, prefiere a Chacón. Unos ven en Rubalcaba la solvencia necesaria para afrontar una recuperación de un partido más vapuleado que nunca. Los otros creen que el prezapaterismo no puede convertirse en el poszapaterismo. Piden sangre nueva y ven en Chacón una posibilidad de renovar al partido.

Con todo, el papel de la dirección del PSOE andaluz no estará tanto en barrer para uno o para otro, sino en lograr que gane quien gane tenga en cuenta el peso de Andalucía y sus elecciones en puertas. Griñán ha dado algún toque de atención al respecto y lo cierto es que con resultados. Todos han situado las elecciones andaluzas como su objetivo número uno. Por ello no es de extrañar que uno y otro, y si sale alguno más, contemplen en sus ejecutivas a un andaluz en una posición relevante. Griñán quiere la secretaría de Organización. Y en esta 'neutralidad activa' está Susana Díaz. A ver quién le da más.

El peso de Javier Arenas

El PP no tendrá ningún debate ni pelea interna por quién va a ser su presidente los próximos cuatro años. Mariano Rajoy afronta este congreso como líder indiscutible, a diferencia del cónclave de Valencia de 2008. Ahora bien, otra cosa son los puestos clave en la organización del PP. El congreso, a celebrar en Sevilla los días 17, 18 y 19, tendrá un envoltorio eminentemente andaluz. Está pensado para reforzar a Javier Arenas como candidato a la Junta. Lo mismo que el del PSOE con Griñán. Pero lo mismo que este, Javier Arenas también intentará ganar peso en la organización nacional de su partido. La influencia de Arenas en Rajoy es innegable. La victoria del presidente del Gobierno se debe en parte al ascenso del PP en Andalucía.

Pero la influencia de Arenas choca con la que también ejerce Dolores de Cospedal en el nuevo mandatario de la Moncloa. La presidenta de Castilla la Mancha cuenta con una ventaja en esta rivalidad con Arenas, ha ganado antes que este las elecciones en su comunidad y se presenta al congreso con dicha victoria, amén de las elecciones generales. Por ello, está dispuesta a no dejar que le quiten el puesto de secretaria general, de número dos.

Javier Arenas ha manifestado en declaraciones a Europa Press que no aspira a un papel estelar en la nueva ejecutiva, lo cual no quiere decir que no lo espere para alguien de su círculo andaluz. El nombre que más suena es Juan Manuel Moreno, su mano derecha en Génova, donde Arenas es vicesecretario de Política Autonómica y Local. Moreno podría ocupar el lugar que dejaría Ana Mato, el de Organización. El diputado malagueño sería así el número tres del PP. Pero nadie en este partido da por hecho que Arenas no vaya a pelear por un mayor peso andaluz, pensando incluso en la secretaría general.