TRES MIL AÑOS Y UN DÍA

NAVIDADES TIESASMariana Cornejo, otra vez sin pregón

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El peor rostro de la crisis suele manifestarse en navidad: recuerden Belén y aquellos sin techo que tuvieron que dar a luz en un portal. Esta vez, no parece que vayan a llegar magos cargados de oro, incienso, mirra, juguetes de segunda y comedores parroquiales. La recesión no se aprecia tanto en el Ibex como en las órdenes de desahucio. O en los pasillos de nuestros ayuntamientos, donde incluso los funcionarios ya llevan sin cobrar desde hace cuatro meses como en el caso de Barbate o van percibiendo, desde hace un par de años, pellizcos de nómina como en Jerez de la Frontera. La Corporación Local de Cádiz no es la única que por manifiesto y sucesivo impago está abocando a sus proveedores a la quiebra. ¿Qué decir de La Línea, casi en pie de armas porque el nuevo ejecutivo local que preside Gema Araujo no ha sido capaz de encontrar una pócima mágica que resuelva el embolado de anteriores corporaciones? Por no hablar de Los Barrios, donde intenta ponerse en pie la amortización de 178 empleos ante la crítica situación que ya denunciara Gely Ariza cuando se hizo con la alcaldía hasta que sus propios compañeros del PSOE terminaron por ponerle la escoba detrás de la puerta. Ahora, el toro de los buenos días perdidos debe lidiarlo, allí, el Partido Andalucista, con Jorge Romero a la cabeza.

Sin embargo, todas las formaciones con cuotas de poder se encuentran concernidas por estas navidades tiesas, fruto de que el Estado a veces olvida de que comienza en la humildad de los consistorios que han ido asumiendo competencias y, por lo tanto, plantillas de trabajadores que hoy se juzgan a menudo excesivas pero que, en su día, fueron la única explicación plausible para que los municipios jugaran a ser comunidad autónoma o gobierno central sin una adecuada política de transferencias. Aquello que se llamó la segunda descentralización no llegó jamás. O llegó sin partidas presupuestarias que ayudaran a los alcaldes a asumir tales prestaciones. En numerosas localidades la venta o privatización del patrimonio público no solo fue un instrumento para el choriceo personal de algunos empresarios y de algunos ediles sino también, a menudo, un recurso para dar respuesta a quienes reclamaban amparo en las primeras ventanillas del Estado que eran las de los concejales.

La crisis sin embargo, tampoco es igual para todos. Y, en la provincia de Cádiz, hay dos localidades en las que han saltado desde hace mucho todas las alarmas. Se trata de La Línea de la Concepción donde su exiguo término municipal ya fue malbaratado por el juarismo y Barbate, donde la falta de empleo sólido maltrata a sus habitantes desde hace décadas sin que nadie parezca preocuparse de que ya ni siquiera existe economía sumergida para subsistir.

La Línea solicitó una carta especial que quizá le sirva como bálsamo, so pretexto de la hipoteca fronteriza que sufre respecto a Gibraltar y que llevó a Alejandro Valle, el anterior alcalde, a plantear incluso la viabilidad de un insólito y extemporáneo peaje ante la Verja que hubiera dado serios quebraderos de cabeza a la diplomacia española y a la convivencia entre el Peñón y sus vecinos. Algo sin embargo habrá que hacer con dicho municipio. Como con Barbate, donde las manifestaciones y las minifestaciones se suceden sin que nadie mueva un dedo a su favor. Es de notar que ambas corporaciones son actualmente socialistas y el PSOE no se desvivió precisamente por buscarles una alternativa mientras ocupaba La Moncloa. ¿Lo hará ahora el Partido Popular? Permítanme al menos el prejuicio de la duda.

Al alcalde de Barbate, Rafael Quirós, parece agotársele el crédito político. Reelegido con la confianza de su pueblo el pasado 22 de mayo, ahora los trescientos trabajadores municipales que esperaban un adelanto de media nómina perdida ni siquiera le permiten sumarse a las asambleas. A media luz, claro, por los cortes de suministro eléctrico que afectan a la Casa Consistorial. Claro que, de momento, se mantienen las formas y no se pierden como ocurriera con las alcaldesas populares de Cádiz y Jerez respecto al colectivo de limpiadoras que también exigen el pago de sus salarios y a las que ambas trataron con cajas destempladas.

Lo peor del caso de Barbate y de La Línea es que su alerta no solo concierne al ayuntamiento sino a ambas poblaciones en su conjunto. ¿Tendrán que plantearse un ERE de habitantes? En el municipio barbateño también pesa ahora de manera especial el fin del convenio con Marruecos, derogado hace un par de semanas tras un dictamen del parlamento europeo recibido incluso con cierta algarabía en Rabat. El 9 de enero se ha anunciado una nueva movilización en defensa del sector pesquero. A río revuelto, allí no gana nadie. Tampoco parece que, en tales casos, el ansiado fin de 2011 vaya a traer necesariamente un año nuevo.

La designación de Niña Pastori como pregonera del Carnaval de 2012 vuelve a dejar sin dicho cometido a la cantaora gaditana Mariana Cornejo a la que se le prometió por activa o por pasiva, hace varios años, que sería designada para asumir dicho papel que tanta ilusión le hace, según confiesa a propios y extraños. Cierto es que la cantante isleña hará un buen papel en semejante encrucijada pero, ¿por qué se relega del tablao de San Antonio a una de las grandes mantenedoras de los cantes de Cádiz que tanta relación guardan con el carnaval propiamente dicho? Quizá es que los máximos responsables de dicha designación no conozcan las aspiraciones de la veterana artista. O tal vez sea que les moleste que, año tras año, se las recordemos.