Condenan al SAS a pagar 180.285 euros por no practicar una cesárea
El equipo del Puerta del Mar no utilizó esta técnica en el parto de un bebé de 4,7 kilos, lo que le ocasionó parálisis en un brazo
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEl Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 9 de Sevilla ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a pagar 180.285 euros a una paciente por no practicarle una cesárea durante el parto en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz lo que ocasionó que el bebé naciera con varios daños físicos.
El Defensor del Paciente ha informado en un comunicado de esta sentencia que estima que los médicos «intentaron hacer pasar un coche por una puerta» en el momento del parto «por no practicarle una cesárea». Los hechos se remontan al 12 de febrero de 2008, cuando la paciente, una joven de 37 años, nulípara, con tres abortos anteriores resueltos mediante legrados uterinos, acudió al Hospital Puerta del Mar de la capital gaditana. Según las ecografías realizadas durante el embarazo, los médicos tenían constancia de que el bebé que iba a nacer era macrosómico, con un peso de 4,7 kilos.
Ante unos dolores agudos, la paciente ingresó en el hospital donde se le hizo una ecografía y se le informó de que el parto no era inminente pero que quedaría ingresada al tener contracciones.
Ante la constancia de los dolores, que resultaron proceder de un cólico nefrítico, bajaron a la futura madre a la sala de partos para inducir el mismo; allí se le administró anestesia epidural cuyos efectos empezaron a las 17.30 horas. Sobre las doce de la noche, un médico le dijo que intentase empujar mientras su pareja presionaba el vientre hacia abajo, «y ya sin anestesia epidural la trasladaron al paritorio». Antes del expulsivo, «una enfermera se subió encima del vientre de la paciente para empujar mientras la doctora intentaba coger la cabeza del hijo pero no pudo sacarlo, por lo que después de realizar una episiotomía, optaron por utilizar las ventosas». Después de dos horas sacaron al niño, y «subieron a la paciente a la habitación, sin el hijo y sin informar de nada». Al día siguiente dijeron a los padres que «el niño estaba en el nido y que, debido a complicaciones, el brazo derecho estaba inmóvi y con un hematoma bastante notable en el pecho». El pediatra informó a la madre de que el bebé «sufría parálisis braquial obstetricia completa» y recomendó rehabilitación. Cinco meses y medio después fue examinado por una doctora cirujana quien aconsejó una intervención quirúrgica, «ya que tenía las raíces nerviosas muy afectadas y no podía tener movimiento por sí solo».
En el informe de neonatología figura el parto como distócico, se refiere a él como macrosoma y considera «se podía haber evitado con una cesárea pues el hijo era muy grande, no podía pasar por el canal del parto».
La sentencia establece que el perito judicial de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla fue muy gráfico cuando informó este caso, explicando que «no se puede intentar hacer pasar un coche por una puerta». La delegación Provincial de Salud de la Junta en Cádiz, que ha declinado hacer declaraciones.