Said atendió ayer a LA VOZ en la habitación del hospital. :: A. VÁZQUEZ
sucesos

Un joven futbolista, apaleado a la salida de una discoteca

El centrocampista del GE Bazán, que juega en la Primera Andaluza, deberá ser operado hoy tras sufrir una brutal paliza en Nochebuena

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Said llegó con siete años a Cádiz como otros niños saharianos que son acogidos por familias gaditanas. Pero su estancia se ha prolongado tanto, que hoy a sus 19 años su acento se ha despojado de cualquier rasgo extranjero y ya no piensa en abandonar España. Juega como centrocampista en el Grupo Empresa Bazán de San Fernando, que pelea en la Primera Andaluza. Por primera vez, deberá abandonar por un tiempo largo sus botas. Su Nochebuena acabó en paliza y en un cuadro médico de fracturas diversas, que lo ha llevado directamente al hospital Puerta del Mar.

El joven Said atendía ayer a este medio postergado en su cama de la habitación del hospital. Hoy deberá ser operado por las fracturas que presenta en uno de sus pómulos y en la mandíbula. Extrañado por que este medio se hubiera enterado de la agresión y advirtiendo de antemano que no puede dar demasiado detalles por consejo de la Policía, Said iniciaba ayer su relato situándose imaginariamente en la entrada de la discoteca Holiday, en la calle Nereidas, la pasada Nochebuena. «Había ido a la fiesta que organizaban allí con unos amigos. Ya de madrugada me salí a la puerta. Unos chicos, de unos 21 o 22 años, se me acercaron para pedirme un cigarro. Cuando les dije que no, me pidieron que les acompañara a un sitio y de repente comenzaron a golpearme sin mediar palabra».

La víctima recuerda que fueron siete las personas que terminaron rodeándole: «Me tiraron al suelo y me dieron patadas, sobre todo en la cabeza». Además de las fracturas en el rostro, el joven perdió una pieza dental y su cuerpo está lleno de contusiones. «Es la primera vez que me pasa algo así. No sé por qué me atacaron de esa forma».

Los agresores habían acudido a la misma fiesta. Said los había visto dentro de la discoteca horas antes y asegura que no había tenido ningún encontronazo con ellos ni ningún rifirrafe que avivara la posterior paliza. «Aprovecharon que en ese momento estaba solo, porque mis amigos se habían quedado dentro, para agredirme».

A su lado no le abandona su madre española, a quien llama de forma natural «mamá». Ella está escandalizada porque su hijo jamás había tenido problemas. Solo espera que la Policía Nacional detenga lo más pronto posible a los responsables del brutal ataque.

El joven futbolista fue finalmente socorrido por una patrulla de la Policía Local que pasó por la zona y lo trasladó hasta el hospital Puerta del Mar donde ingresó en estado grave, aunque su vida no corre peligro.

La Policía Nacional tiene abierta una investigación para identificar y arrestar a los supuestos autores de un delito de lesiones. En este punto, Said apela a la prudencia y se cierra en banda a aportar detalles «para no fastidiar el caso». Dos agentes ya le han visitado en el hospital para tomarle declaración y poder recabar indicios.

No es la única visita que ha recibido. Su madre confirma que dirigentes del club isleño ya han acudido al hospital interesándose por el estado de su hijo, que aún no tiene claro cuánto tiempo se pasará sin poder regresar a la competición. Desea que pronto.