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El ministro de Asuntos Exteriores destaca la importancia de la Cumbre de Cádiz

José Manuel García-Margallo pide a los países iberoamericanos que dejen de «revisar la historia» y se unan en objetivos comunes

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El nuevo ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, hizo ayer un llamamiento para que la Cumbre Iberoamericana de Cádiz de 2012 sea un éxito, después del fracaso de la de Paraguay de este año, y el objetivo sea llegar a acuerdos en beneficio mutuo.

«Hay que procurar que la siguiente (cumbre), que es en Cádiz, sea importante y que nos dejemos de revisar la historia, que cada uno tenemos nuestro punto de vista. En toda historia hay luces y sombras», ha explicado.

«Tenemos una historia, nos habremos llevado mejor o peor, pero somos todos de la familia y vamos a ver si sacamos valor añadido a ese hecho», ha añadido.

El jefe de la diplomacia española ha considerado que un paso para dar impulso a las cumbres iberoamericanas es buscar aquellos ámbitos donde los beneficios serían mayores si los países actúan en bloque, como el comercio, la economía y el medio ambiente.

A su juicio, si en estas áreas hay «una voz, un coro en el que no desafinase nadie, sería un paso para renovar la cumbre».

También ha abogado por tratar de que haya más concertación en foros como el G20.

El titular de Exteriores ha hecho hincapié en que las cuestiones relativas a Iberoamérica deben tratarse como «asuntos de familia», admitiendo que puede haber discrepancia.

«Habrá algunos que se aproximen más a nuestra concepción de la vida política y otros menos, pero todos son miembros de la familia», ha sostenido García-Margallo al ser preguntado por los discursos antiespañolistas que han ido ganando terreno en algunos países de América Latina.

Ha reconocido que España y la UE tienen que cambiar la percepción de lo que es Iberoamérica y que la relación tiene que ser «mucho más equilibrada», al ser una región que goza de un nivel de crecimiento superior al europeo en la actualidad.

El nuevo ministro, de 67 años, es un veterano político que ha sido eurodiputado desde 1994, centrando su actividad en el área económica. Cuenta con experiencia en Iberoamérica, al haber sido presidente de la delegación de la UE para los países andinos y de haber formado parte de otras comisiones bilaterales, como las de Mercosur, Chile y América Central y Caribe. Ha visitado también Cuba en varias ocasiones como integrante de delegaciones de la UE.

García-Margallo tendrá una Secretaría de Estado que se ocupará exclusivamente de Iberoamérica, después de que en el último año y medio estuviera fusionada con la de Asuntos Exteriores.