Zapatero con Chacón y Rubalcaba en un acto de homenaje a las Fuerzas Armadas en enero de 2008. :: R. C.
ESPAÑA

Los afines a Rubalcaba y Chacón se arrojan la figura de Zapatero a la cabeza

La batalla por la sucesión en el PSOE se calienta con un fuego cruzado de declaraciones sin entrar en proyectos e ideas

MADRID. Actualizado: Guardar
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¿Se puede hacer autocrítica sin que eso signifique renegar de Zapatero? De momento, hasta aquí llega el debate de las ideas en el PSOE. Los partidarios oficiosos de Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba se enfrascaron ayer en un fuego cruzado de declaraciones y comentarios a través de los medios y las redes sociales a cuenta de un artículo firmado por veinte exaltos cargos del Ejecutivo socialista bajo el título 'Yo sí estuve allí'. En él acusan, de manera implícita, a los impulsores del manifiesto 'Mucho PSOE por hacer' de querer endosar al jefe del Ejecutivo los errores de la legislatura en exclusiva para intentar salir libres de mácula.

En realidad, el texto no cita a los miembros de la plataforma de apoyo a Chacón -que tampoco reconocen abiertamente su respaldo a la dirigente catalana-, pero en el juego de 'lanzo la piedra y escondo la mano' que ahora ha arrancado en el PSOE es fácil leer entre líneas. Para empezar, fue coordinado por dos mujeres afines a Rubalcaba, la exsecretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, y la ex secretaria general de Fomento, Inmaculada Rodríguez Piñero, y cuenta con las firmas de otros amigos políticos del candidato del 20-N que hasta esta semana ocuparon segundos niveles en la Administración como José Enrique Serrano, Justo Zambrana, Fernando Puig de la Bellacasa, Mercedes Gallizo, Diego López Garrido o Joan Mesquida.

Pero, al margen de los nombres, el contenido es inequívoco. «Tras la derrota sufrida en las últimas elecciones, los socialistas tenemos por delante mucho trabajo por hacer», reconocen casi con el mismo lenguaje empleado en el manifiesto lanzado el pasado martes. «Nos va a exigir inteligencia y un profundo ejercicio de autocrítica, pero también un profundo ejercicio de responsabilidad. Porque no sería decoroso que quien estuvo allí de manera evidente, y cabe decir entusiasta -cargan aquí las tintas- aspirase ahora a sugerir lo contrario».

Algunos de los que suscribieron estas palabras, defendieron este viernes que el contenido del artículo, publicado por el diario 'El País', no tiene nada que ver con la batalla por la Secretaría General y que lo único que se pretendía era hacer un reconocimiento y un agradecimiento a José Luis Rodríguez Zapatero. Lo cierto es que fue desde el entorno de Rubalcaba desde el que, el mismo día en que se puso en circulación 'Mucho PSOE por hacer', se lanzó el reproche de que el texto era «injusto» con el expresidente.

En concreto, consideraron una pulla a Zapatero que se dijera que la pérdida de credibilidad se debía en parte a que se tardó en «reconocer y llamar a la situación económica con el mismo nombre que la llamaban los ciudadanos» y a que se habían aplicado «ciertamente obligados», matizaban, «políticas contra la crisis ajenas» a su orientación ideológica.

Paréntesis

El reproche de los 'rubalcabistas' tampoco es inocente. En las filas de Chacón hay mucho 'zapaterista' que sostiene, precisamente, que lo que ahora pretende la 'vieja guardia' es convertir la era de Zapatero en un paréntesis. O de los que defienden además que las cosas se empezaron a torcer para el PSOE en el momento en el que su líder permitió que 'los de siempre' se hicieran con las riendas de todo -aunque esos 'de siempre' cuenten con la simpatía de no pocos dirigentes de la generación posterior-.

La 'bala' lanzada por los exaltos cargos va, pues, directa a la fibra sensible de gente como Chacón, Juan Fernando López Aguilar o el ideólogo de Zapatero en la oposición, José Andrés Torres Mora, que, por otro lado, se habían cuidado de subrayar en su manifiesto que el «quién» se equivocó no importa porque los errores ya forman parte de la «trayectoria colectiva».

Las cuentas en Twitter de muchos dirigentes hirvieron ya el jueves por la noche con esta polémica. La presidenta del PSM, Delia Blanco, en la plataforma de Chacón, se defendió así: «¿Pero por qué una autocrítica es contra ZP?» Y en respuesta a Consuelo Rumí que decía cosas como «la autocrítica empieza por uno mismo», apuntaba: «Yo suscribo el reconocimiento a nuestro secretario general.Y lo he hecho durante toda la campaña».

Otros, como el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza o el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, reclamaron no entrar en reproches sin sentido. Y mientras, el chivo expiatorio, Rodríguez Zapatero, guarda silencio. Según aseguran en su entorno, «no va a opinar y estará al margen con neutralidad absoluta». Y no, no está enfadado.