Gregorio Manzano, destituido de su cargo de entrenador del Atlético, estaba tocado de muerte desde hacía tiempo. :: R. C.
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El Atlético ya espera a Simeone

El final de Manzano se certificó un día después del bochorno copero ante el Albacete, pero fue una muerte por entregas «Quiero dirigir ya y pasar las vacaciones en Madrid», afirma el argentino en una entrevista

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Los dueños del Atlético de Madrid decidieron hace diez días que la etapa de Gregorio Manzano tocaba a su fin pero hasta ayer, un día después del bochorno copero ante el Albacete, no certificaron su defunción. Es el cuarto entrenador despedido este curso, tras la marcha de Michael Laudrup en el Mallorca (5ª jornada), el adiós de Héctor Cúper en el Racing (14ª) y la destitución de Juan Carlos Garrido en el Villarreal a raíz de la eliminación ayer ante el Mirandés. Y si no fuera por la crisis galopante, hubieran sido más los técnicos desempleados en Navidades.

Era la crónica de una muerte anunciada por entregas desde que el técnico jienense aterrizó el pasado verano en el Calderón como cuarto plato, recomendado solo por el director deportivo, José Luis Pérez Caminero, ahora más fuera que dentro del club. Sabido es que Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado, negoció con Luis Enrique, quien le dio calabazas y se fue a la Roma, y que el presidente, Enrique Cerezo, apostó por Joaquín Caparrós, pendiente entonces de las elecciones a la presidencia del Athletic. Y por encima de ellos, el sueño imposible siempre fue Rafa Benítez.

Más consenso existe sobre el próximo inquilino del banquillo, Diego Pablo Simeone, salvo sorpresa de última hora, que en el Atlético nunca es descartable. En una entrevista publicada en el diario argentino 'Olé', 'El Cholo' asegura que quiere «dirigir ya» y que le encantaría «pasar las fiestas en Madrid». Su nombre ha sido coreado en repetidas ocasiones desde la grada, igual que el de Luis Aragonés, y siempre conectó bien con la hinchada, sobre todo tras ser uno de los grandes artífices del doblete de 1996. El contrato con el exentrenador del Racing de Avellaneda, donde dimitió el martes, todavía no está firmado, pero a Simeone se le espera para el lunes. Se haría cargo de la primera plantilla hasta final de temporada, con opción a la siguiente. Traería como segundo a Germán 'El Mono' Burgos, exportero tan querido por los atléticos que protagonizó el anunció cuando el club salió de la alcantarilla para regresar a Primera tras dos 'añitos' en el infierno.

Un icono

Aunque la figura de Simeone es un icono para el Atlético, en guerra civil entre su afición y los propietarios, el casting también tiene su intrahistoria. Tanto es así que antes de negociar el finiquito de Manzano, que exige cobrar hasta el último euro de su contrato, el representante García Quilón también sondeó a Benítez. Y el portugués Jorge Mendes, el otro agente con ascendencia en la entidad, negoció con el brasileño Luiz Felipe Scolari, comprometido con el Palmeiras.

El final de Manzano se oficializaba horas después de que el entrenador dijera en rueda de prensa que se iba de vacaciones hasta el 29 de diciembre, y que trataría de regresar con las pilas cargadas para enderezar el rumbo de la nave. Al parecer, era el único en desconocer que le habían confirmado solo durante tres partidos, saldados con una victoria ante el Rennes y dos derrotas consecutivas en casa, contra el Betis y frente al Albacete. Agonizaba desde que el pasado 11 de diciembre el Espanyol le endosó tres goles en menos de 20 minutos. Solo la proximidad de esos tres partidos consecutivos en el Calderón y las dificultades de tesorería le mantuvieron vivo con oxígeno. Una decisión a la postre errónea porque dejó al equipo descabezado y sin liderazgo.

El preparador andaluz, que confesó estar «jodido» tras el KO ante los manchegos, ya había quedado muy tocado tras el ridículo del Atlético en San Mamés (3-0), en la décima jornada de Liga, y temblando tras la debacle en Getafe, que remontó y marcó tres tantos con un jugador menos. «Había que haberle echado entonces», confesó a un alto empleado del club, durante la tradicional comida de Navidad celebrada con los medios informativos celebrada ayer.