Tendrá que recuperar a CiU y buscar la sintonía con el PSOE
MADRID. Actualizado: GuardarSoraya Sáenz de Santamaría, el 'alter ego' de Mariano Rajoy en el Gobierno, tiene ante sí la compleja tarea de coordinar a los 12 ministros. Pero su papel como vicepresidenta no se va a limitar al de engrasar la maquinaria gubernamental, tiene ante sí una ingente labor política, sobre todo la defensa parlamentaria de las medidas de ajuste que se avecinan.
La número dos del Gobierno tendrá que buscar en el Congreso los aliados del PP, un objetivo nada fácil si se tiene en cuenta que Rajoy logró la investidura con el único apoyo de los suyos y de los muy minoritarios Foro Asturias y Unión de Pueblo Navarro. Se tendrá que emplear a fondo para recuperar la sintonía con CiU, que negó su respaldo al nuevo presidente del Gobierno, tarea para la que será imprescindible seguir el curso de los acontecimientos en Cataluña, donde nacionalistas y populares mantienen una tortuosa colaboración.
También lleva en su agenda la tarea de crear un mejor clima con el PNV, lo que dependerá en buena medida de la gestión del final de ETA, en el que los nacionalistas vascos reclaman unos pasos que Rajoy aún no está dispuesto a dar.
La vicepresidenta asimismo deberá velar para que la colaboración con los socialistas sea lo más fluida posible. Rajoy ha dejado claro que quiere contar con el PSOE para sacar adelante las medidas de más calado contra la crisis. El Ejecutivo, además, deberá pactar con los socialistas la inaplazable renovación de los magistrados del Tribunal Constitucional y otros organismos.
Otro de sus frentes será el adelgazamiento de las administraciones a fin de evitar duplicidades y solapamientos institucionales. Esta reforma va a contar, con toda seguridad, con la oposición de los gobiernos autonómicos, en especial de los que no sean del PP.