La Fiscalía vuelve a rechazar que Camacho declare por el chivatazo policial a ETA
MADRID. Actualizado: GuardarLa Fiscalía de la Audiencia Nacional remitió ayer un escrito al juez que investiga el chivatazo a ETA, Pablo Ruz, en el que rechaza la declaración como testigo del exministro del Interior, Antonio Camacho. El Ministerio Público responde así a la solicitud de las acusaciones populares del proceso, Dignidad y Justicia y la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que pidieron su comparecencia ante el juez. Camacho era secretario de Estado de Seguridad cuando un soplo policial alertó de una operación contra el aparato de extorsión de ETA en mayo de 2006 en el bar 'Faisán'.
No es la primera vez que la Fiscalía rechaza la declaración de Camacho. Ya lo hizo en febrero con el argumento de que su presencia no era «decisiva» para la investigación y que sus palabras «ni añaden ni quitan nada» a la causa, alegó entonces el fiscal Carlos Bautista. El juez Ruz dio por bueno su razonamiento y la Sala de lo Penal ratificó la decisión.
Estar al corriente
El fiscal aseguró entonces que las llamadas que intercambió Camacho con los imputados «obedecen a la lógica y natural relación diaria entre órganos directivos ministeriales y son ajenas al contexto» del chivatazo. Para Bautista, no existe «ningún asidero» en todo el sumario «que acredite ni las trascendencia de las llamadas ni la necesidad de conocer su contenido, máxime cuando en las mismas fechas se está desarrollando una operación antiterrorista de la que, necesariamente, el secretario de Estado de seguridad debe estar al corriente».
En el escrito remitido a Ruz, el fiscal respalda que la Guardia Civil emita un «estudio sobre el material del sumario» después de que la Sala de lo Penal devolviera el caso al juez para que siga investigando y dejara sin efecto su orden de procesamiento de los tres imputados por los delitos de colaboración con organización terrorista y revelación de secretos. Los acusados son el exdirector general de la Policía Víctor García Hidalgo, el jefe superior de la Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, y el inspector jefe José María Ballesteros.
El fiscal propone que este nuevo análisis sea realizado por el equipo dirigido por el comisario Carlos Germán, ya que no hay motivos para su «sustitución». Añade que «podría ser útil» un careo entre Germán y su superior, el comisario jefe José Cabanillas, después de que este le dijese al juez que el responsable de la investigación intentó borrar la prueba clave: la llamada del soplo al dueño del bar 'Faisán'.