Los dos últimos regidores locales se han alternado en el sillón en cuatro ocasiones desde 2007. :: J. M. A.
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Dos alcaldes para una misma crisis

El no al tranvía, el Plan Local de Empleo y la elevada deuda municipal, los grandes ejes de los primeros meses de la legislatura El año que termina deja un empeoramiento de la economía que el cambio de gobierno no alivió

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Dicen desde el PP que los sucesivos gobiernos socialistas han sido sinónimo de derroche y malgasto. Culpables por dejación y mirar a otro lado de la aparición de miles de viviendas ilegales a lo largo y ancho del término municipal, el exalcalde, José María Román (PSOE) y los suyos, ultimaron en el primer trimestre de este 2011 que agoniza, algunas de las actuaciones que supusieron la puntilla a su gobierno.

Pocos entendieron la alianza con el PSA y con IU tras perder las elecciones en 2008. Recuperar el gobierno con una moción de censura no gustó a demasiados militantes de base y votantes, y eso les pasó factura en las urnas. Además, actuaciones como la Gran Plaza o la propuesta de construcción de dos torres en la Iglesia Mayor fueron un lastre. Con varias movilizaciones de miles de ciudadanos en contra de las Ordenanzas de Regularización del extrarradio, los primeros meses de este año fueron una losa muy pesada para Román como líder del PSOE.

La corriente de cambio político a nivel nacional ayudó también lo suyo al descalabro socialista en Chiclana el 22 de mayo, e hizo que perdieran las elecciones por primera vez en la historia.

Ni un solo dirigente socialista de peso apoyó a José María Román en la campaña. Eso sí, el PSOE local administró los millones del Plan E y el Proteja, realizando obras que deberían haberse hecho por menos dinero en la mayoría de los casos, y sin tanta publicidad superflua.

La terminación (para los vecinos está inconclusa) de la red de saneamiento de Rana Verde, de 15 millones de euros de inversión, o la gestión de las inundaciones (y los daños) causados por las riadas de principios de año, fueron algunas de las actuaciones más destacadas del anterior alcalde en los primeros meses de este año.

En el haber socialista está, además, haber reservado suelo municipal para el nuevo centro de salud de La Banda en La Cucarela, del que sin embargo aún nadie sabe cuándo comenzará a construirse, o haber puesto en marcha el Plan Local de Empleo Social, sobre el que el actual gobierno duda por presuntas irregularidades administrativas.

Pero a mediados de año la historia reservaba un papel estelar al líder del PP, Ernesto Marín. Pese a no conseguir una victoria tan holgada como muchos esperaban, la delicada situación económica ayudó a que muchos pidieran un cambio con su papeleta en la ciudad.

Ni siquiera haber conseguido la titularidad definitiva del poblado de Sancti Petri fue suficiente golpe de efecto para el PSOE. Desde entonces (en junio tomó posesión), el gobierno municipal del PP no ha movido ficha, e incluso ha paralizado algunos de los grandes proyectos pendientes para la ciudad.

Tras acceder a la alcaldía en minoría, Marín ha tomado pocas decisiones. La más llamativa es haber dicho no al trazado propuesto para el tranvía metropolitano. El esperpéntico simulacro fue un error mayúsculo y un gasto inútil. Los populares proponen un recorrido alternativo que parece difícil técnicamente. A día de hoy la mayor inversión en marcha en el municipio, más de 45 millones de euros, permanece parada.

Eso sí, nada más llegar, Marín encargó un informe interno a los técnicos de la casa para conocer en qué estado se encontraban las arcas municipales. El resultado, dado a conocer hace unos meses, es desalentador. Según esa auditoría, la deuda acumulada por las arcas públicas es de 156 millones de euros. Este dato ha sido repetido una y otra vez para justificarse, pero no basta.

PGOU y presupuestos

Con más de 13.000 desempleados, Chiclana necesita urgentemente que se apliquen las 87 medidas de ahorro y austeridad anunciadas, algunas de las cuales son de perogrullo. Además, los inversores y empresarios necesitan seguridad jurídica desde el punto de vista urbanístico, toda vez que el PGOU ya está anulado de forma definitiva y las más de 15.000 viviendas irregulares necesitan una solución.

Pese al éxito que supone para Marín y los suyos el haber sabido llegar a acuerdos puntuales con IU y PVRE en la oposición para sacar adelante determinados asuntos en Pleno, y el arrojo para solventar problemas como el del nuevo centro de salud de Los Gallos, todo el mundo espera a que se presenten los presupuestos de 2012 para saber por dónde discurrirá el futuro de una ciudad, que no ha sido este año capaz de salir de la crisis que atraviesa ni siquiera con un cambio de gobierno.