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Cayetano se baja del caballo
El conde de Salvatierra recibe de los jornaleros una clase magistral sobre los problemas del campo andaluz. «He aprendido mucho»
Actualizado: GuardarDonde dijo 'digo', Cayetano Martínez de Irujo dice ahora 'Diego' y rectifica sus desafortunadas declaraciones acerca del campo andaluz en el programa 'Salvados'. Asegura ahora que él siempre ha valorado a los agricultores andaluces, nada más alejado de sus primeras palabras, cuando afirmó que solo en Andalucía se había encontrado con «gente joven sin el menor ánimo de progresar». Y se quedó tan ancho.
Pero ayer se bajó de su caballo para recibir una lección «extremadamente positiva» por parte de esos 'holgazanes' que vivían a costa de subsidios. Se reunió en la finca La Arroyuela de Carmona, en Sevilla, con representantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) para que le explicaran la verdadera situación del campo. Y debió de ser una clase magistral, pues nada más finalizar, el jinete admitió que ahora se daba cuenta de «muchos problemas de los jornaleros y del campo» que se le habían escapado. Y eso que el noble dirige una empresa agrícola. También aclaró que el PER es un «mal menor» cuando en sus anteriores declaraciones lo había defenestrado.
Las dos partes salieron satisfechas del encuentro. Como representante de la Casa de Alba, Cayetano se comprometió a participar en la creación de un centro de formación para agricultores, buscando la colaboración de instituciones y firmas comerciales. Además, visitará la cooperativa del SAT de Marinelada, Sevilla, y mantendrá el contacto con el sindicato.
Los representantes del SAT le entregaron una lista de personas dispuestas a trabajar en sus fincas, pero eso tendrá que esperar, pues los cortijos de los Alba están «al máximo de contratación e incluso un poco por encima de las necesidades». Y tampoco entregará terrenos a los agricultores, como le solicitaban. porque sería «desvestir a un santo para vestir otro», ya que esas hectáreas «no van a estar mejor cultivadas, ni van a generar más trabajo».
Parece que la duquesa de Alba no tenía tan claro que el niño de sus ojos fuera a atajar el conflicto con los trabajadores, pues ayer mismo varios diarios publicaban una carta firmada por la propia Cayetana, «una andaluza de corazón», desmarcándose, una vez más, de las palabras que salieron por la boca de su hijo. «No puedo hacerme responsable de las opiniones que viertan otros y solo puedo asumir la mía, que es la de una profunda admiración y respeto por el pueblo andaluz. Pueblo trabajador y generoso».