IZQUIERDA UNIDA

Lara advierte al futuro presidente de que no le dará cien días de gracia

La formación rechaza los recortes porque asegura que sí hay dinero, pero hay que «meter mano a quien tiene los recursos»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Izquierda Unida fijó con claridad sus intenciones desde el principio. Su objetivo es hacer una oposición «firme y coherente» y hacerla desde ya, por lo que su portavoz, Cayo Lara, advirtió a Mariano Rajoy de que muy posiblemente no le va a conceder a su Gobierno ni los tradicionales cien días de gracia, porque considera que, dada la grave situación económica y social que vive España, «no hay margen para eso».

Lara, pese a los avisos, no quiso ayer, en su primer discurso como diputado ante el pleno del Congreso, tensar al máximo la cuerda opositora. No obstante, en días pasados fue mucho más explícito sobre sus intenciones y apuntó a que si en las próximas semanas se confirma que la confrontación política se hace imposible en el Parlamento, debido al «muro de la mayoría absoluta», su formación no tendrá ningún empacho en tratar de liderar la oposición en la calle.

Ayer se limitó a decir que «hemos estado y estaremos en la calle con los que se movilicen en defensa de sus derechos frente a la dictadura de los mercados», en referencia a las protestas del 15M y sindicatos.

El portavoz de IU adelantó a Rajoy que se va a oponer con «radicalidad democrática» a la política de recortes y reducción del déficit público a toda costa que ha anunciado, pero no solo por motivos ideológicos sino porque cree que la desaparición de la inversión oficial creará más paro y más pobreza para la mayoría, y beneficios solo para los mercados y los especuladores: lo promotores de la crisis.

Lara defendió que es mentira, como mantiene Rajoy, que los ajustes sean obligados para que no crezca la deuda estatal por la caída de los ingresos públicos. «Sí que hay recursos -aseguró-, lo que no hay es voluntad política para meter mano a quien los tiene». Según sus cálculos, se podría aumentar en 14 puntos del PIB la recaudación con una subida de impuestos a los ricos y las grandes empresas, con la persecución efectiva de los instrumentos opacos de inversión y con la «intensificación» en la lucha contra el fraude fiscal y el empleo sumergido.

Estas decenas de miles de millones adicionales, en su opinión, serían suficientes para reducir el déficit y, además, habría recursos excedentes para aumentar la inversión y los incentivos para el empleo sin tener que recortar ni un euro de la sanidad, la educación o la dependencia, o sin recurrir a copagos y privatizaciones. «Hay alternativa y políticas diferentes» a las del PP y José Luis Rodríguez Zapatero, destacó.

Salario máximo

El representante de IU, que repartió su tiempo en el estrado con sus socios electorales y de grupo, los eco-socialistas catalanes de ICV y los aragonesistas de La Chunta, reclamó al nuevo Gobierno una ley para paralizar los miles de desahucios de desempleados, que se devuelva el poder adquisitivo perdido a funcionarios y pensionistas, que se fije un salario máximo interprofesional, que se blinde la titularidad pública de los servicios sociales y su persistencia, que se apruebe una ley desuficiencia financiera para los ayuntamientos, y que se regenere la democracia con una ley electoral proporcional, una clara lucha contra la corrupción y mayor participación ciudadana.

Lara también reclamó un calendario para el cierre de las centrales nucleares, el cierre de las bases de EE UU en España y la renuncia a formar parte del escudo antimisiles de la OTAN, y la implicación en la causa del Sáhara Occidental.