Tribuna

¿Del silencio de los corderos al aullido de los lobos?

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Podría ser perfectamente el título de una película de suspense. Aunque de haber contado con un león en la misma, hasta nos podíamos ahorrar su presentación, con esa cabeza felina, de feroz y bonachón personaje de la Metro-Goldwyn-Mayer Inc. Siete años de perfecto acoplamiento entre ZP, el sindicato hermano y el sindicato primo, ahora en el alero, por eso de la prima, la de riesgo, claro. Tantos años de silencio, que parecían corderos. Podrían haber sido ovejas, sólo es cuestión de edad. El sindicato socialista ha cumplido con creces la centuria. Pero, parece que le ha ido bien estos años, siendo lo más parecido a un cordero o corderito. Lo que me lleva a encuadrar la institución, asimilándola a una persona tranquila, obediente y fácil de digerir. Pero, los corderos, como las ovejas emiten sonidos, sin duda. Bala, balita o balitea, así se le reconoce. Enternecedor en cualquier caso. Desde luego, distinto al que los lobos, en sus noches frías de la meseta castellana, emiten aullando para asustar a la luna y quizás a más de un cordero. Todo hacía pensar que el tránsito de un gobierno a otro, cambiaría en parte la presencia de hecho de la fauna ibérica. Algo así como pasar del cordero, digno de la más que gloriosa Trashumancia castellana, callado y en silencio, que lo más que hace es dar balidos, a la presencia del mamífero salvaje de pelo gris oscuro, orejas tersas, larga cola y puntiagudo hocico, el lobo ibérico, que de paso se come a las ovejas, corderos y corderitos. Todo un espectáculo. Pero, el lobo no nos ha salido peninsular, sino de la mar, auténtico capitán de barco, viejo y experimentado. El mismo al que hay que decirle «menos lobos Caperucita», quizás porque es muy exagerado. Quiero pensar que el secretario general de la UGT «exagera» haciendo «ya» oposición, porque, que no se nos olvide, ha dejado de ser el «Vicepresidente Cuarto» de los «Gloriosos Gobiernos Zapateriles», cuando manifiesta, lo hizo la pasada semana, invitando al Sr Rajoy a «explorar las posibilidades del actual marco laboral.en el que existe flexibilidad con exceso en la entrada y salida del mercado de trabajo.que además han dado todo el protagonismo al convenio de empresa.». Concluyó manifestando que las reformas laborales no solucionan el paro. Y se quedó tan ancho. Ver para creer.

Decía el Sr. Toxo que en invierno hace mucho frío en la calle. También hace calor en primavera. Son cosas naturales de las estaciones del año. Las calles de Valencia, el día 1 de mayo pasado, no concentraron a más de 10.000 personas. Las fuerzas están más que ajustadas, por no decir que están por los suelos, y eso lo sabe este Sr. Aún así, el electo presidente del Gobierno de España, ha cumplido el ritual. Desde la época de la transición, la primera foto pública de los líderes políticos, ha supuesto inmortalizarles junto con los llamados «interlocutores sociales». Rajoy, que de momento sólo parece «decir» esta boca no es mía, se ha limitado a emplazarlos para la Epifanía y sí es posible, depositen en su Portal de Belén, su regalo en forma de acuerdo. Pero, cuando los plazos impuestos por quien tiene toda la legitimidad que da una aplastante mayoría absoluta en ambas Cámaras, son cuestionados por el representante de la UGT, depositario a efectos de legitimidad de menos del 5% de afiliación de la población activa española, que no sólo manifestó que no acepta una nueva reforma laboral, sino que tuvo la poca clase y la absoluta falta de respeto, cuando ironizó, vociferó o simplemente tuvo el exabrupto consistente en «su respeto únicamente a los plazos de su hipoteca», todo presagia malos augurios. Parece improbable un acuerdo del PP con los sindicatos, que deviene prácticamente imposible con UGT. A Mariano no le quedará más remedio que gobernar. Aún en el hipotético supuesto de algún tipo de acuerdo y «hacer el paripé», este sería de corto calado, por lo que el gobierno, motu proprio, tendrá que reformar en profundidad la legislación laboral. El anterior gobierno, «en el que participó como uno más de sus integrantes» el Sr Méndez, dictó desde el año 2009, quince «Decretazos» de alcance económico, entre los que hay que incluir dos reformas laborales. Pero, como todo lo tibio, de poco han servido. Me atrevo a decir que el efecto real en el mercado ha sido justo el contrario que se preconizaban en sus Exposiciones de Motivos y en cuya virtud se justificaban.

El protocolo «social» se ha cumplido una vez más. Una vez más, Méndez se ha uniformado para comparecer ante sus camaradas en Rodiezmo. El único problema, es que se reunía con el futuro Sr. Presidente del Gobierno de España. Cuando no se respetan las formas, dice el dicho castizo, «mal empezamos y quien mal comienza, peor acaba». Pero, hablando de otra cosa, preocupante también, es la primera vez que escucho a este líder de la Patronal poner pegas a la negociación colectiva circunscrita al ámbito de la empresa. ¿Cuál es el problema para ese súbito cambio de postura? El negocio que la patronal, de igual forma que los sindicatos más representativos, tienen con la negociación colectiva de ámbito sectorial, que incluso condiciona la vertebración y estructura de las propias instituciones (CEOE, CC OO y UGT). Hasta hoy, la negociación colectiva de ámbito sectorial o en su caso territorial, ha sido un gran chollo o negocio. Una fuente ingente e inagotable de recursos, que además implica directamente a más de 3.000 personas, en el caso de la organización empresarial, en todo lo que conlleva la negociación colectiva de esa naturaleza.

Pero hay algo más, y sería imperdonable que el PP lo pasara por alto. ¿Quién representa a los cinco millones de desempleados y a los pequeños empresarios que queriéndolo ser, no pueden superar las trabas impuestas por los que ya están establecidos, interponiendo barreras a través de la negociación colectiva de ámbito superior al de la empresa? Su único valedor será el gobierno de la nación, que tiene que legislar para todos sin excepciones. Eso es lo que dice la Constitución, ejercer la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con las leyes, velando por los intereses generales del país.

Mariano, como Baquedano, a gobernar con las dos manos y sin complejos. Los lobos se amedrantan ante el gentío que te respalda.