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Moby Dick 2ª Parte

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Que me perdonen Herman Meville, autor de la novela 'Moby Dick', y John Huston, director de la película del mismo título por utilizar el nombre de la descomunal ballena herida para simbolizar la situación desesperada de la ciudad de Barbate, como hice hace dos años, y repito ahora, cuando el Europarlamento ha acabado con la prórroga del acuerdo pesquero con Marruecos y es probable que con la posibilidad de cualquier convenio futuro.

Siguiendo con el símil, es otro certero arponazo al lomo de la ballena ya malherida, que tendrá que arrastrar aún mas lastre por la amenaza inmediata de ruina del sector mayoritario en riqueza y empleo de Barbate.

La mayoría de los editoriales se cebarán en el desafortunado papel del eurodiputado de IU que ha votado contra la prórroga cargado de buenas intenciones (la ausencia de beneficios tangibles del Convenio de pesca en aguas saharauis para los autóctonos), pero obviando la incoherencia de no atacar la raíz del problema (el acuerdo preferente de la UE con el país ocupante) y haciendo pagar el pato a quienes debiera defender en razón de su cargo.

Antes de desaparecer de los titulares de prensa, veremos probablemente alguna reflexión sobre el cúmulo de problemas que atenazan a este pueblo, con referencia a las servidumbres militar y ecológica o el histórico mal gobierno, que junto a la crisis de la pesca, son tres de las claves de su declive. Pero no estaría de más una reflexión colectiva acerca de las muchas causas y responsabilidades de sus males, para seguir con el diseño o apoyo a una hoja de ruta que le permita no acabar en las profundidades (de la miseria, droga, conflicto y desviación social, etc).

En 500 palabras no cabe, pero podríamos empezar por conocer las verdaderas necesidades de la Defensa, las razones de que no haya habido hasta ahora un planeamiento que permita un desarrollo urbanístico razonable y necesario, el hecho de que la hipoteca que supone el Parque no se haya traducido en empleo y riqueza o saber dónde se han invertido los muchos capitales que se han hecho con la pesca para no crear empleo a pesar de las inversiones y ayudas públicas al puerto y al sector pesquero. Preguntarnos por qué se ha permitido la degradación urbanística y la segregación de ciertas barriadas, las altas tasas de abandono y fracaso escolar, la permisividad con el tráfico de drogas y la ostentación de los capos, el triunfo social de mentalidades de subsidio adobado por conductas electoralistas y de justificación social del delito apelando a la necesidad. O por qué sigue estando tan mal comunicado su casco histórico sin rehabilitar y sus muchos recursos sin explotar.

Por primera vez en su historia democrática Barbate tiene un plan y un equipo capaz de sacarlo adelante, pero necesitan una moratoria y que todos arrimen el hombro o alguien volverá a pintar en la salida, como hace treinta años 'el último, que apague la luz'. Por demás, si las fichas del dominó municipal comienzan a caer, esto puede acabar muy mal: hoy La línea, mañana, Barbate, luego Los Barrios, quizás Sanlúcar o Jerez, etc.