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Desalojan el edificio de los juzgados por una amenaza de bomba
La Policía sospecha que el falso aviso fue dado por una persona que quiso mostrar de esta manera su enfado con una decisión de la sede
Actualizado: GuardarEn esta ocasión se convirtió en una más de las anécdotas del día en San Fernando, porque afortunadamente se trató de un falso aviso, aún el susto y la perplejidad de los empleados de la sede judicial de San Fernando y de los usuarios que acudían aquel día al edificio, ya no se los quita nadie. Y es que la Policía no dudó en desalojar el equipamiento y cerrar todas las posibles entradas y pasos del equipamiento hasta certificar que la amenaza de bomba, era simplemente una amenaza y no una realidad.
Antes de las nueve de la mañana se recibió en los propios juzgados una llamada que alertaba que sobre las nueve y media explotaría un artefacto en su interior. Inmediatamente se contactó con la Policía Nacional que montó un dispositivo acorde con el peligro de la mañana. Tal fue la rapidez que pocos minutos después de las nueve de la mañana todo el personal y los usuarios de los juzgados se encontraban ya en el exterior de la plaza de San José, donde se ubica. De esta forma, los diferentes agentes del Cuerpo de Seguridad se desplegaron por todas las calles adyacentes y posibles entradas y salidas al recinto para acordonar la zona y evitar que cualquier persona caminara por sus inmediaciones.
Curiosamente y a pesar de la cercanía al edificio, se optó por no desalojar al colegio que está justo al lado del Palacio de Justicia ni a los residentes que viven en las proximidades a fin de evitar que cundiera el pánico en el lugar. Lo que no se pudo evitar fue la curiosidad que despertó entre los ciudadanos la situación, agolpándose en los pocos recovecos que podían para ver qué es lo que estaba ocurriendo.
Incluso había que quina ajeno a lo que sucedía intentaba acceder a la plaza ya fuera para acudir al centro o para incluso entrar en los juzgados siendo en todo momento interceptado por los agentes que estaban apostados en las entradas.
Mientras tanto en el interior del edificio ya se encontraban los artificieros registrando las distintas salas y acompañados con un perro experto en la detección de explosivos, con el objetivo de localizar cualquier artefacto sospechoso. Algo que finalmente no ocurrió. Por ello antes de las diez de la mañana ya se había levantado el cordón policial que impedía el tránsito desde calles como Dolores o Tomás del Valle. Conforme la mañana fue avanzando la normalidad se recuperó en las instalaciones tal certificar los miembros de la Policía Nacional que no existía ningún riesgo y que todo se trató de una falsa alarma.
Al parecer y según las sospechas policiales, el aviso lo pudo dar una persona que estaba enfadada con algunas de las decisiones judiciales que se han tomado en las últimas semanas, de hecho no se descarta que se tuviera algún tipo de relación con algunas de las actuaciones policiales programadas para ayer como distintas diligencias o desahucios.