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Acasa dice que su proyecto en Jerez es inviable y pide el rescate del servicio
El impago municipal ha generado una deuda con la Seguridad Social que impide a la empresa seguir adelante
Jerez Actualizado: GuardarEn medio de la encarnizada guerra entre Ayuntamiento y Junta por los impagos a Acasa, y cuando la única realidad palpable es que las trabajadoras siguen sin cobrar, la empresa ha dado un golpe en la mesa y a través de un comunicado ha urgido a la necesidad de que otra compañía se haga cargo de la ayuda a domicilio o se municipalice el servicio.
La cuestión es que Acasa no da más de sí, pues no hay que olvidar que el continuo retraso en los pagos desde que desembarcó en la ciudad (en mayo de 2010) ha provocado no solo que no se cumpla con la plantilla sino que la dirección engrose una importante deuda con la Seguridad Social. Desde la empresa recalcan que el abono de las nóminas siempre ha sido su prioridad, algo que «ha ido en detrimento de otras obligaciones de pago».
Si a esto se une la deuda que el Ayuntamiento mantiene con la concesionaria y que asciende a casi 2.175.000 euros, el resultado es que en estos momentos Acasa debe a la Seguridad Social 1.386.1002 euros, lo que según sus mismos responsables les lleva «al borde de la intervención de las cuentas y por tanto al bloqueo de cualquier tipo de pago». La consecuencia más grave de ello es que podría hacer el servicio totalmente inviable, como vaticinan en el comunicado.
La empresa ha aprovechado para hacer un repaso por su gestión durante todo el tiempo transcurrido desde que asumió la concesión, recordando que hasta hace un mes se han prestado 677.504 horas al amparo de la Ley de Dependencia y otras 57.932 del plan concertado, más 37.000 y 2.500 respectivamente correspondientes a este último periodo. Un servicio que se ha realizado «en un clima de total colaboración con el equipo técnico del Ayuntamiento, de la misma manera que con el conjunto de trabajadores», a los que la empresa muestra su más profundo agradecimiento. Unas palabras que suenan a despedida, puesto que la dirección concluye insistiendo en que con que la situación económica que se ha generado, el proyecto «es inviable».
Alternativas
Este panorama ha llevado a la empresa a sugerir al gobierno local que busque con urgencia una alternativa, ya sea a través de otra empresa o mediante el rescate del servicio. Tanto de una forma como de otra, la compañía se compromete a colaborar activamente con el Consistorio, «con el fin de no ocasionar ningún perjuicio ni a trabajadores ni a usuarios». La situación no puede ser más peliaguda para el Ayuntamiento, que ayer prefirió no pronunciarse nuevamente sobre el asunto a la espera de una reunión que mantendrá hoy la delegada de Bienestar Social, Isabel Paredes, con el comité de empresa de Acasa.
Quienes sí que volvieron a dejar patente su desesperación fueron las trabajadoras, que durante la mañana se concentraron a las puertas del Consistorio y coincidieron en la protesta con miembros de CGT y del Sindicato Independiente de la Policía, que reivindicaban el pago de las nóminas municipales. El encuentro, lejos de ser amistoso pese a que el centro de la diana de estos colectivos era el mismo, adquirió unos tintes de agresividad cuando la plantilla de la concesionaria increpó a los agentes por el trato recibido en su encierro municipal.
«Durante el encierro hubo compañeros que se portaron muy bien -alabó la presidenta del comité de Acasa, Encarni Barrios-, que incluso miraron para otro lado y permitieron que se metieran alimentos. Pero hubo otros que hicieron todo lo contrario, y resulta que ahora se concentran pidiendo lo suyo. Todos estamos en el mismo barco, y lo que solicitamos es un poco de humanidad». Lo cierto es que los gritos e insultos se sucedieron y según algunas informaciones ello ha dado lugar a un cruce de denuncias entre el SIP y el personal de la concesionaria.
En lo que se refiere al impago de las dos nóminas y la paga extra, Barrios prefirió no adelantar nuevas actuaciones hasta que se produzca el encuentro previsto para hoy con la delegada de Bienestar Social. En lo que sí incidió fue en seguir centrando las responsabilidades de todo lo ocurrido en el Ayuntamiento. «La Junta y el Consistorio tienen que arreglar sus problemas, los han de solucionar ellos y no nosotras, que somos meras trabajadoras. A quien pedimos responsabilidades es al Ayuntamiento, que para eso está. Primero que nos paguen y luego si quieren iremos con ellos a pedir cuentas a la Junta. Pero lo primero es lo primero».
Así las cosas la reunión de hoy puede ser determinante, aunque las afectadas no tienen muchas esperanzas al respecto dado el enrocamiento en el que parecen haberse asentado las dos posturas. La Junta argumenta que ya ingresó lo correspondiente a las nóminas de octubre, mientras que la resolución de lo de noviembre y diciembre ya ha sido ejecutada y solo es cuestión de días que llegue el dinero. La alcaldesa, por su parte, reconoce que las cantidades de octubre se destinaron a reponer el presunto desvío de fondos del gobierno anterior y continúa negándose a adelantar las nóminas hasta que la Junta no pague.