La goleada del Atlético en la Liga Europa no calma los ánimos de la afición rojiblanca
MADRID. Actualizado: GuardarNi otra victoria en casa, ni el liderato de grupo, ni despejar un horizonte europeo sin los dos temibles equipos de Manchester lleva la calma al Calderón, que vivió una noche europea fría y en familia. Pocos atléticos pero sonoros en sus reproches hacia el banquillo y el palco. Incluso tras cada gol de los rojiblancos, los hinchas manifestaron su indignación. No quieren a Manzano porque entienden que no da con la tecla y, además, no transmite ilusión y alegría, pero tampoco desean seguir con los actuales dueños porque consideran que ha transformado un club histórico en una agencia de compraventa de jugadores. Esta vez, el juego y el resultado eran una cuestión menor porque la grada hace tiempo que dictó sentencia.
El Atlético ya estaba clasificado y se jugaba el liderato siempre que el Udinese venciera al Celtic, pero Manzano alineó un once titular plagado de titulares y, de nuevo, sin Reyes.
Un penalti que supo forzar Adrián y transformar Falcao, y un buen cabezazo de Domínguez, a la salida de una falta, encauzaron la victoria local.
Arda Turan cerró la cuenta 'colchonera', al tiempo que el visitante Mandjeck anotó el gol del honor del Rennes, ya eliminado, en la recta final de la cita.