
La calma vuelve al vestuario
Los centros municipales de deportes recuperan la normalidad tras tres días sin servicio pero con menor número de usuarios
CÁDIZ. Actualizado: Guardar«Como una pelota de tenis». Nunca un símil hizo tanto honor a la situación que han atravesado los trabajadores de Eulen en las instalaciones deportivas municipales. Ayer mismo, uno de ellos decía sentirse así ante la suspensión del servicio del lunes al miércoles por el impago municipal a la empresa. Lo decía ya en su puesto de trabajo y en un ambiente de relativa normalidad. El millar de usuarios de las instalaciones deportivas de la ciudad pudieron recuperar ayer su actividad después de que el Ayuntamiento y Eulen alcanzaran un acuerdo durante la jornada del miércoles.
En el centro Ciudad de Cádiz, los trabajadores ayer pudieron cumplir con la voluntad que días atrás manifestaron a la empresa de acudir a sus puestos de trabajo. Sin embargo, la recuperada normalidad entre los empleados no se cristalizó entre los usuarios de las instalaciones. El restablecimiento del servicio pilló a muchos con el pie cambiado y la afluencia durante la mañana de ayer fue menor de lo habitual. De hecho, una de las primeras actividades del día, El Club del Mayor (de ejercicios de natación en una de las piscinas) acogió a la mitad de usuarios (unos 15 de los 30 que suelen acudir).
Un descenso que Isaac Castejón, usuario habitual del Ciudad de Cádiz, confirmaba mientras hacía ejercicios de musculación en la sala de máquinas. «Lo normal es que a estas horas -en torno a las 12.30 de la mañana- entre la sala máquinas y la de aeróbicos hubiera unas 20 o 30 personas y hoy somos 5 ó 6», explicaba el joven. «El ambiente de hoy está un poco desolado», reconocía también uno de los compañeros de sala, Carlos Benavides en referencia «al puso que se ha vivido entre el Ayuntamiento y la empresa». Aunque Benavides reconoció haberse tomado «con filosofía» los tres días sin poder entrenar (de hecho él ha preferido no presentar una hoja de reclamaciones), no todos los usuarios encajaron tan bien la suspensión del servicio.
Francisco Javier Villegas acude cada mañana a rehabilitarse de una lesión lumbar y ayer reconocía haberse tomado «mal» encontrase el lunes las instalaciones cerradas. «Entre el puente y las Navidades es una fecha complicada. Siempre somos los usuarios los que lo sufrimos», puntualizó Villegas. Los mismos que ahora esperan saber si recuperaran o no la inversión de los tres días en los que no solo los trabajadores se sintieron tan arrojadizos como una pelota de tenis.