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El Barça llama a la prudencia
«Es un equipo con una conducción de balón muy rápida y jugadores físicamente fuertes», afirma el técnico sobre los cataríes Guardiola: «El Mundialito es el título que más ilusión me hace»
MADRID. Actualizado: GuardarEl reto no puede ser mayor para un deportista: convertirse en el mejor del mundo. Con medio planeta futbolístico rendido a sus pies, por su juego y por su filosofía amable frente a las estridencias de otros, el Barça arranca hoy (11.30, hora española, Cuatro) ante Al Sadd de Catar la lucha por la conquista de su segundo cetro mundial. Empresa grandiosa para un club, el Barcelona, que completaría un año mágico, con cinco títulos de seis disputados (todos menos la Copa del Rey que le ganó el Madrid). Sería una reedición moderna de aquel mítico Barça de las cinco copas, que de la mano de Kubala levantó en 1952 todo lo que jugó (aún no existía la Copa de Europa).
El registro actual, no obstante, sería de mayor enjundia, porque llega dos años después de que el equipo catalán se llevara el pleno (seis de seis) en la mejor temporada de su historia, una proeza nunca antes lograda en el fútbol. Y es que a este Barça, que mantiene el bloque desde hace cuatro o cinco años pero incorpora dos o tres piezas nuevas por temporada, no se le agota el hambre. Como algunos grandes del deporte, como Michael Jordan o Roger Federer, la actual generación del Barça, surgida en su mayoría de su fábrica de talentos de la Masía, es insaciable. Y trofeo a trofeo se está ganando el título de mejor equipo del siglo XXI. Pero para que eso ocurra, antes tiene que derrotar al Al Sadd, equipo de la liga catarí entrenado por el uruguayo Jorge Daniel Fossat, actual campeón de la 'Champions' de Asia y que aspira a culminar la fuerte apuesta que los países del Golfo Pérsico han hecho por el deporte (fichando atletas etíopes y kenianos, organizando pruebas de la Fórmula 1, implantando ligas de fútbol profesionales o también invirtiendo en la Premier o en nuestra liga). El propio Guardiola conoce las potencialidades del campeonato del pequeño emirato de Oriente Medio, donde jugó dos años, en el Al Ahly, ya en el ocaso de su carrera, tras probar suerte en Italia.
Guardiola, avisa
«Es un equipo con una conducción de balón muy rápida, jugadores físicamente muy fuertes y que, a pesar de no tener mucho juego combinativo, a la contra pueden ser peligrosos», dijo ayer el técnico de Santpedor sobre su rival en semifinales. Guardiola se refería a las dos estrellas del equipo de Doha: el marfileño Kader Keita, ex del Lyon, y el senegalés Mamadou Niang, campeón de la Liga francesa en 2010 con el Olympique de Marsella. «En un partido puede pasar de todo, nos tenemos que ganar el derecho a estar en una final», arengó.
El catarí será el primer escollo para lograr el campeonato mundial, «el título que más ilusión me hace», según Guardiola. Pero el principal obstáculo se llama Santos y se apellida Neymar. Para la gente joven, el Santos no representa casi nada en el panorama futbolístico. Para los mayores lo es todo. Es un doblete mundialista y sobre todo es Pelé. 'O Rei' jugó 18 temporadas en el club de Maracaná, casi 500 partidos, en los que hizo 504 goles. Tras ganar su tercera Libertadores ante Peñarol y tras eliminar al Kashiwa Reysol en semifinales (1-3), con golazo del joven astro de la cresta incluido, una de las escuadras míticas del fútbol internacional regresa a la élite para jugar una final, más de 50 años después de que el gran Pelé, el futbolista más importante de la historia, conquistase dos copas intercontinentales, lo que ahora se llama Mundialito de Clubes. Desde sus exhibiciones en aquellas finales del 62 y 63, ante Benfica y Milan (¡en Lisboa hizo cuatro goles!), la camiseta del Santos luce con orgullo dos estrellas sobre su escudo, que le acreditan como bicampeón mundial.