Adoquines apilados en forma de barbacoa frente a uno de los bancos.
denuncia

¿Qué pasa con la Magdalena?

Suciedad acumulada, suelo levantado, falta de barandillas, son solo algunas de las carencias de este espacio público

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Algunos de los mejores recuerdos de los isleños están ligados a este espacio a pesar de que únicamente se disfruta en algunas noches de julio. La Magdalena es un terreno ligado a la Feria del Carmen y de la Sal y destinado a acoger el mercadillo de los jueves, pero ya está. El resto de días del año es un suelo baldío y sin aprovechar y eso es un privilegio que no se puede permitir una ciudad con carencia de parcelas para desarrollarse.

Aunque lo lamentable de su olvido no es la ausencia de actividad, sino el estado de abandono que presenta. Es algo que se refleja de forma clara en su paseo marítimo, aquel que tiene inscrito en sus losa la fecha de 1995 y que se inauguró como uno de los espacios llamados a ser referentes de la ciudad, algo que el paso del tiempo se ha encargado de tirar por tierra. Quizás porque no ha tenido nada que tire al ciudadano a acudir a ese entorno un ejemplo que puso el propio delegado de Urbanismo a la hora de hablar del desarrollo de otra zona cercana, el Zaporito. «Los técnicos nos dicen que es necesario que haya algo que incentive a las personas a venir por el lugar como por ejemplo un restaurante, sino puede pasar como a la Magdalena que todos los isleños dijeron que quedó muy bien su paseo pero que nadie va».

Lo que no se entiende es que en todos estos años no se haya hecho nada por remediar el deterioro de esta zona de la ciudad y por crear nuevos espacios para recuperarla de cara al ciudadano. Mientras tanto se degrada y prueba de ello es que no cuenta con papeleras en las que poder echar los desperdicios que corren a sus anchas por la acera, que además en algunos tramos está levantada e incluso hay bancos en los que se han montado pequeñas construcciones como una especie de barbacoa al estilo del parque del Cerro. La balaustrada está toda rota y en uno de sus extremos llama la atención unas vallas que llevan tiempo y que acotan la obra de nuevo acceso para piraguas que se estaba construyendo y que no avanza. Es curioso ver como la separación de metal se convierte en frontera entre el césped cortado y la vegetación que crece sin control.

Y en el futuro será...

Quizás el problema es que aún no está bien definido el futuro de este emplazamiento. Sobre los planos sí, ya que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) pinta varios edificios para su desarrollo residencial. Lo que ocurre es que entonces la Feria tiene que buscar nueva ubicación y la elegida, la Salina de Belén, no parece ser del agrado de Costas que ha tirado para atrás esta posibilidad, al menos de momento. Por otro lado Obras Públicas quiere construir un aparcamiento en superficie dentro de las compensaciones por las obras del tranvía (en vez de un parking subterráneo como se comprometió en un principio).