Uno de los inmigrantes abraza a su hijo pequeño a su llegada al puerto de Tarifa. :: EFE/ CARRASCO RAGEL
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Seis bebés rescatados con vida de una patera a la deriva cerca de Tarifa

Los pequeños viajaban con 25 adultos en una embarcación que fue interceptada en otra jornada más de presión migratoria en el Estrecho

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Familias enteras se habían lanzado al mar en busca de una oportunidad. De la patera interceptada ayer en la zona del Estrecho destacaba el número de bebés que viajaban a bordo y cómo habían logrado salvar una dura travesía de bajas temperaturas. Salvamento Marítimo rescató en total a 25 adultos, entre ellos una mujer en avanzado estado de gestación, y los seis niños, algunos con solo unos cuantos meses de vida. Esta patera evidencia que la presión migratoria en el área del Estrecho prosigue, aunque su intensidad esté muy lejos de la que se registraba a principios de la década pasada.

Una vez más la llamada de alerta procedió de un pesquero, de nombre 'Antonio y Luisa', que avistó la embarcación donde iban los inmigrantes a ocho millas al sudoeste de la costa de Tarifa a las 8.20 horas de la mañana. La lancha navegaba a la deriva y existía riesgo de naufragio de la nave.

Salvamento Marítimo recogió el aviso y envió a la zona dos embarcaciones para rescatar a los ocupantes de la patera. Al llegar al lugar indicado por el pesquero, la 'Salvamar Alkaid' se hizo cargo de los inmigrantes que fueron trasladados al puerto de Tarifa donde ya les esperaba el dispositivo de asistencia de la Cruz Roja.

Ya en tierra, la Guardia Civil contabilizó 25 adultos y seis bebés, todos de origen subsahariano. Los niños viajaban con sus padres y por suerte se encontraban en perfecto estado de salud, como el resto de inmigrantes que se habían lanzado a la mar la noche anterior; pese a que habían sufrido temperaturas bajas durante la travesía. Tan solo fue trasladada a un centro hospitalario para una revisión en profundidad, la mujer en avanzado estado de gestación.

Las imágenes que captaron los medios a la llegada de los extranjeros a puerto revelaban escenas cargadas de ternura pero no exentas de dureza. Padres abrazados a sus pequeños tratando de darles calor para combatir los síntomas de hipotermia o madres que no se separaban de sus hijos ni cuando eran atendidos por los voluntarios de la Cruz Roja en el hospital de campaña que se desplegó en la dársena.

Hace muchos meses que los equipos de rescate no interceptaban una patera con tantos inmigrantes. A principios de noviembre Salvamento Marítimo coordinó una operación que rescató a 22 inmigrantes; una cifra similar a la de ayer. Sin embargo, estos sin papeles, también de origen subsahariano, habían tratado de cubrir la travesía del Estrecho en cuatro embarcaciones y no en una sola.

Esta presión migratoria no es comparable con la que se vive estas últimas semanas entre Marruecos y Ceuta donde los intentos de cruzar la frontera a nado para llegar a territorio nacional son masivos, colapsando el centro de estancia temporal de inmigrantes de la ciudad autónoma y sobrepasando la capacidad de contención de los cuerpos policiales. El último episodio se vivió el pasado miércoles, cuando 46 extranjeros llegaron a una playa ceutí cercana a la frontera. Muchos de esos extranjeros deciden abandonar Ceuta y se lanzan al agua para cruzar el Estrecho y llegar hasta la península.