REFLEXIONES

La suerte de Mourinho

El problema es que Real Madrid y Mourinho participan en la misma guerra, pero libran distintas batallas y así resulta muy complicado deshacerse de un escuadrón tan preparado como el azulgrana

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Asegura Mourinho que el Real Madrid perdió el pasado sábado ante el Barcelona por suerte, que los partidos estos de Liga tampoco son tan importantes y que en la única final en la que se han enfrentado, la de Copa del Rey, se llevaron el gato al agua. No, no es que ahogaran al bueno de Benzema, ahora que empieza a enseñar la patita de todo lo bueno que apuntaba desde Lyon, ciudad maldita para el madridismo que también ha tenido que ceder ante el bipartidismo que se ha impuesto en Europa. Volvieron a aparecer los fantasmas en forma de decisiones arbitrales (posible expulsión de Messi), goles de rebote (Xavi) y errores puntuales de algunos de sus jugadores (Ozil), que no llevaron a cabo sus excelsas instrucciones antes del partido. Viva la autocrítica. Pensar que lo ocurrido en el Santiago Bernabéu fue producto de la suerte es tan tendencioso como dar como favorito al título al Barcelona cuando hace tres días se había acabado un ciclo y la Liga estaba teñida de blanco, y no precisamente porque estemos entrando en las fiestas navideñas. Y es que los pronósticos deportivos son uno de los pocos aspectos que varían más que la prima de riesgo española en los últimos tiempos, aunque también influenciadas por dos ejes imprevisibles e insolidarios como PP-PSOE y Merkel-Sarkozy, que meten goles, aunque antes se encargan de tener al área bien despejada y si pueden chutar sin portero, mejor que mejor. Mourinho, el Risto Mejide de los banquillos, sigue atascado en su lucha permanente entre lo que tiene que hacer (entrenar al Real Madrid para ganar títulos) y lo que quiere y necesita hacer cada vez que se mide al Barcelona (limpiar su honor ante los numerosos desaires que ha recibido desde la Ciudad Condal). El problema es que Real Madrid y Mourinho participan en la misma guerra, pero libran distintas batallas y así resulta muy complicado deshacerse de un escuadrón tan preparado como el azulgrana. Y al general de la 'casa blanca' ni está ni se le espera. Eso sí que es tener suerte, Mourinho.