No hubo victoria segura

El Xerez cayó derrotado por 3-1 en su visita a Castellón para enfrentarse al filial del Villareal. Al filo del descanso se adelantaron los jugadores locales, y pasada la hora de encuentro lograrían aumentar la ventaja. Campano recortaría distancias y llevaría la esperanza a los suyos a falta de siete minutos, pero el submarino lograría el definitivo tanto del partido en la recta final del encuentro.

A entrenador nuevo victoria segura, o al menos eso es lo que siempre se suele decir, cuando llega un nuevo inquilino al banquillo. Pero ayer no se dio este dicho tan famoso, Vicente Moreno no pudo estrenarse como le hubiera gustado y deseado. No sería por ganas, pero los delanteros azulinos no estuvieron acertados durante los 90 minutos de encuentro, únicamente Campano fue capaz de ver puerta, pero con poco tiempo ya para reaccionar, cuando solamente restaban siete minutos para la conclusión de un encuentro que suponen tres puntos menos para el cuadro jerezano.

Ambos conjuntos necesitaban urgentemente la victoria para conseguir alejarse de los fatídicos puestos de descenso. Los xerecistas querían aprovechar la ausencia en las filas amarillas del pichichi del Villarreal B Joselu, citado con el primer equipo. Pero lo que no contaban era con la participación de Lucas, quien logró los dos goles que les quitó la victoria y la posibilidad de puntuar. El jugador del submarino llevó por la calle de la amargura con sus goles y su juego a la zaga del Deportuivo. Pese a todas las urgencias que ambos equipos arrastraban, ninguno era capaz de llevar peligro a la meta rival en los primeros minutos de un choque descafeinado.

El Xerez buscaba un juego más directo de cara a puerta, pero el filial amarillo, fiel al estilo del conjunto villarrealense, lo intentaba tocando y tocando. Ninguno era capaz de crear peligro, y ambos conjuntos estaban pecando de exceso de balones aéreos disputados en la parcela central del terreno de juego. La pelota iba de un lado para el otro, pero las ocasiones apenas arrancaban un tímido «uy» en la poca afición presente en la gélida jornada de ayer. El frío parecía ser otro de los factores que habían restado interés al choque. El aburrimiento y el frío hacían mella en la afición, hasta que llegó el minuto 41 pudieron ver el primer lanzamiento directo entre los tres palos del encuentro. Fue el amarillo Lucas, quien desde fuera del área colocó un disparo raso lejos del alcance de Doblas, que poco pudo hacer para impedir el tanto local y que se estrenase el marcador. Primer gol a falta de menos de cinco minutos para la conclusión de la primera parte, todo un palo para los intereses del equipo visitantes.

Tras la reanudación, las cosas continuaron igual, sin apenas ocasiones, pero siendo el Villarreal B quien le pusiera un poco más de ímpetu, sin defender el resultado, algo que parecía que podía beneficiar al Xerez, que iba a disfrutar de huecos. Poco a poco el filial amarillo se iba haciendo con el dominio del juego, y al Xerez pocas ideas más le quedaban para conseguir llegar con peligro a la portería de Jorge.

Dicho dominio quedó patente en el minuto 65, cuando llegó el segundo tanto amarillo. Pere colgó desde el lateral derecho de área, casi en la línea de fondo, la defensa consiguió despejar, pero el rechace llegó a los pies de Lucas, quien aprovechó la ocasión y volvió a batir de nuevo a Toni Doblas.

Pero no se conformaban con el resultado, Molina no quería retrasar sus líneas pese al cómodo resultado que aparecía en el marcador. En el minuto 75, el amarillo Lucas, y pesadilla para Doblas en la tarde de ayer, la tuvo de nuevo en sus botas, pero solo ante el portero como estaba, la inspiración no le volvió a iluminar y disparó fuera.

De todas formas, el Xerez no quería irse si conseguir al menos un tanto. Campano aprovechó un mal rechace del portero, para conseguir desde el vértice del área conseguir el tanto del honor. A la postre no serviría para nada, pero en el momento fue un bálsamo que pareció acercar a los andaluces hacia al menos, un empate.

Por su parte, el Villarreal B no bajó los brazos, y ya con el tiempo añadido, Gerard logró llegar solo ante Doblas, recortarlo y conseguir a puerta vacía el tercer tanto para el marcador amarillo, ante la desesperación jerezana de verse en una complicada situación, pese al cambio de técnico. Este último tanto resultó ser un jarro de agua fría para los intereses jerezanos.