SIN PELOS...

SALUT I AL BOU

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Juan Merino ya es historia en el Xerez C.D. La implacable dictadura de los resultados dictó una sentencia que la afición había solicitado semana a semana. A veces resulta complicado entender de dónde sacamos los humanos esa cualidad innata del incoformismo que no nos deja ver la realidad, por muy cruel que ésta sea. El público quiere espectáculo y resultados, da igual el orden. De nada le habría servido al de la Linea obtener puntos a destajo para gozo y disfrute de la masa, si el juego de su equipo no estaba en consonancia con las apetencias generales. Habría caído en desgracia igual.¿Entonces? ¿Qué es lo que se quiere? Por no hablar de la grandielocuencia con la que la inmensa mayoría habla de un club que por imperativo legal, tiene que codearse con los mejores. Pero la realidad es bien distinta. Ni se está para eso menesteress, ni se compite en igualdad de condiciones con los de arriba. La situación es de gravedad económica y fractura social por fuera, y de desconcierto por dentro aderezado con un cada vez más extendido delirio de grandeza. Porque, una vez probado el caviar y el pata negra, nadie quiere variar de dieta. Aunque sea engordar para morir, aunque te suba el colesterol(deuda) por las nubes. Una mayoría representativa no es consciente de lo fundamental. El Xerez acude al mercado con economía de quebranto, usa lanzas, cuando otros tiran con bala. Es lo que hay se quiera o no. Ahora toca solución casera. El remedio de la abuela que siempre ha funcionado, el emplaste que todo lo sana. Moreno, santo y seña de una generación xerecista, es el referente. Él,que acumula tantas dosis de aprecio y cariño de los entendidos en xerecismo que podría llenar veinte estadios, es la medida de emergencia. Tiene más cosas a favor que en contra. Por lo menos, un alto porcertaje de doctores en materia azulina ya le han convalidado la siempre difícil asignatura del fervor popular. Ahora le falta que su quijotesca figura engorde a base de buenos resultados. Tiene crédito y cariño a raudales, un patrimonio del que pocos pueden presumir como punto de partida. Quiere y debe agarrar al toro por los cuernos como director de lidia. La cornada no la dará un presidente moroso, sino la memoria de pez que tiene esto del fútbol. Así que querido Vicente, salut i al bou. Sigueme en twitter. @carloscanalsur