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A la espera de la gran manifestación

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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La oposición extraparlamentaria negociaba ayer con la Alcaldía moscovita la celebración de una gran concentración para mañana. El movimiento Solidarnost, organizador de la protesta, advirtió, no obstante, de que si no se logra la autorización se saldrá igualmente a la calle. La Policía, por su parte, recordó a los convocantes que actuará con contundencia contra toda manifestación no permitida.

Olga Shórina, de Solidarnost, es la persona que está tratando de llegar a un acuerdo con las autoridades de Moscú, ya que el líder de la organización, Iliá Yashin, fue detenido el lunes en una manifestación y condenado a 15 días de cárcel.

Hay discrepancias sobre todo en cuanto al lugar en donde deberá llevarse a cabo el acto. La oposición quiere que sea en el centro de la capital, junto al Kremlin o en la plaza Triumfálnaya, mientras que la Alcaldía pretende que discurra en algún sitio irrelevante del extrarradio y en fecha diferente. La movilización se convoca para exigir la repetición de los comicios y la puesta en libertad de los más de mil detenidos desde el lunes.

Y es que la verdadera oposición rusa ha quedado descabezada. Están bajo arresto: Yashin, Serguéi Mitrojin de Yábloko, el exministro Borís Nemtsov, el escritor Eduard Limónov, el exdiputado de Rusia Justa, Iliá Ponomariov y el bloguero Alexéi Navalni. A través de Twitter hay ya 30.000 personas que han confirmado su deseo de participar en la manifestación de mañana.

Acudirán también más de un centenar de periodistas de medios opositores, sobre todo de publicaciones on line. Algunos de ellos alertaban ayer sobre la existencia de un plan de los servicios secretos (FSB) de bloquear Internet según el modelo chino e iraní en los momentos más álgidos de las protestas.

Ayer en San Petersburgo hubo varios conatos de manifestación en pleno centro, en la avenida Nevski, pero no llegaron a tomar cuerpo debido a la enorme presencia de los antidisturbios. En Moscú, sin embargo, la tranquilidad fue total. El dispositivo policial era también descomunal y en las plazas de la Revolución, Manézhnaya y Triumfálnaya se habían colocado vallas para impedir el paso a los viandantes.

Dos de los activistas arrestados en San Petersburgo, Filipp Kostenko y Víctor Demianenko, iniciaron una huelga de hambre. La abogada que los defiende, Olga Tseitlínaya, aseguró que las condiciones de detención son «deliberadamente insufribles». Ambos cumplen condenas de 15 días de prisión menor.

Mientras tanto, los tres partidos que han obtenido escaños pero no están de acuerdo con los resultados electorales -el Partido Comunista, Rusia Justa y el Partido Liberal Democrático- continúan presionando para que progresen sus demandas y sean revisados los escrutinios en los colegios en donde, según ellos, tuvieron lugar irregularidades que les han perjudicado.