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Ayuntamiento y Obras Públicas están condenados a entenderse

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El proyecto de tranvía metropolitano no estaría completo si Ayuntamiento de Chiclana y Consejería de Obras Públicas no resuelven el litigio que, camuflado en la actual falta de liquidez económica y priorización de las obras ya en marcha, existe por la disparidad de criterios sobre el recorrido urbano. El actual gobierno municipal del PP y Ernesto Marín hizo hasta un simulacro de paso de los convoyes por el casco urbano de Chiclana para demostrar los perjuicios que traería consigo el actual recorrido por Mendizábal y la Plaza de Andalucía. La Junta, curiosamente gracias a la crisis, se quitó el problema de encima, alegando que el tramo urbano de Chiclana quedaba en suspenso. Habrá que ver qué ocurre si la Junta cambia de color político, y Javier Arenas gobierna en Andalucía. Solo así parece que podría desbloquearse un asunto enquistado, que ha dejado a Chiclana, que se situó en 2003 a la cabeza del proyecto del tranvía, rezagada. Hace unos días se reactivaba el proyecto en San Fernando. En la localidad chiclanera el comercio afectado no quiere ni oír hablar del inicio de las obras. Marín ha repetido en varias ocasiones que un trazado alternativo válido sería que el tranvía circulase por Urbisur. De momento, lo único seguro es que las obras están paradas, y que la Junta busca otro emplazamiento para las cocheras, y piensa ya en usar las instalaciones de Renfe para las oficinas y talleres que iban a construirse en Pelagatos.