Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, en una rueda de prensa conjunta del pasado mes de junio en Berlín. :: FABRIZIO BENSCH / REUTERS
Economia

La UE remata el plan de París y Berlín con un control directo de las cuentas nacionales

Van Rompuy defenderá en la cumbre una mayor implicación del BCE y la adopción de los eurobonos «a largo plazo»

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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El presidente de la UE, Herman Van Rompuy, remató ayer la exigente propuesta de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy para garantizar la supervivencia del euro. En un documento enviado a los socios comunitarios, el ex primer ministro belga plantea que Bruselas tenga nuevos poderes para controlar directamente los presupuestos nacionales. En principio, esta opción se activaría cuando un país incumpla los límites de deuda y déficit estipulados por el bloque. A más corto plazo y para blindar la estabilidad en los mercados, el líder de los Veintisiete reclama una mayor implicación del BCE a través del fondo de rescate.

El planteamiento de Van Rompuy, al igual que la propuesta formulada por Francia y Alemania anteayer, se debatirá en la cumbre de presidentes del viernes en Bruselas. En este encuentro, que se abrirá de forma informal mañana con una primera cena de trabajo, los Veintisiete pondrán en marcha una nueva reforma de los tratados comunitarios concebida para devolver la confianza a los inversores en el futuro del euro. Como decisión inicial, París y Berlín quieren que se aclare si los cambios legislativos estarán apoyados por todos los socios o los 17 miembros del club de la moneda única tienen que avanzar en solitario.

Van Rompuy, en una propuesta elaborada tras consultar a todos los países, hace suyas buena parte de las medidas expuestas por Merkel y Sarkozy. El líder comunitario avala las sanciones automáticas a los socios que no respeten el límite de déficit del 3% consagrado en el remodelado Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Actualmente, un país puede ser multado con un 0,2% de su PIB -2.000 millones en el caso de España-, pero el proceso puede prolongarse de forma notable. En línea con las tesis franco-alemanas aunque sin marcar un plazo concreto, el antiguo 'premier' belga también defiende introducir en las constituciones la obligación de garantizar la austeridad presupuestaria.

El líder comunitario, que trabaja desde finales de octubre en el paquete de reformas, no ha aclarado de momento si las sanciones irán más allá de las contempladas hasta ahora. En las últimas semanas, se ha hablado de la posibilidad de llegar a retirar el derecho de voto a un país con las cuentas descontraladas e incluso de suspenderle los multimillonarios fondos de cohesión. Van Rompuy sí que desvela su apuesta por una supervisión directa de los presupuestos nacionales. Siguiendo una propuesta de la Comisión, que presentará a los socios su propio plan de futuro, pide que Bruselas pueda ordenar cambios en las cuentas antes de que sean respaldadas por el Parlamento afectado.

Doble plazo

A diferencia de la mayor agilidad en las sanciones, la idea de supervisar los presupuestos exigiría un cambio de mayor calado en los tratados. Mientras que el endurecimiento de los castigos se podría acordar en cuestión de meses, la vigilancia de las cuentas requeriría un proceso mucho más largo. Incluso, no se descarta que algún país tuviera que convocar un referéndum. El primer ministro francés, François Fillon, remarcó ayer que su objetivo es que las reformas estén pactadas en marzo y que se ratifiquen antes de terminar 2012. Los socios tienen muy en cuenta los plazos por las presiones de los mercados sobre los países más vulnerables.

El planteamiento de Van Rompuy también incorpora medidas urgentes para calmar a los inversores y la puesta en marcha de los eurobonos «a largo plazo», una opción rechazada el lunes por el tándem franco-alemán. Pese a su apoyo al Tesoro europeo, el líder comunitario insiste en que se haría bajo estrictas condiciones. En cuanto a su estrategia para reconducir la crisis de la deuda, utiliza como piedra angular en el Mecanismo Europeo de Estabilidad, el remodelado fondo de rescate que podría estar listo en 2012. La iniciativa consistiría en otorgarle licencia bancaria, lo que le abriría las puertas del BCE para multiplicar su dotación de 500.000 millones y poder comprar títulos de los socios en apuros. El plan de refuerzo del futuro fondo de rescate es, en realidad, una propuesta francesa descartada por Alemania.

Ayer, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, y el secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, coincidieron en que los preparativos del encuentro van por buen camino. Ambos se reunieron en el marco de un gira del dirigente norteamericano por Europa.