Londres busca bloquear regulaciones financieras
El plan de Sarkozy y Merkel abre una puerta a Cameron, con un partido dividido entre irredentos y pragmáticos
LONDRES. Actualizado: GuardarEl papel del Tribunal Europeo de Justicia (TEJ) en la evaluación de posibles incumplimientos del pacto presupuestario del euro que proponen Alemania y Francia puede ofrecer una oportunidad al Gobierno británico de movilizar su diplomacia para obtener su objetivo a corto plazo en la nueva UE: un veto sobre las regulaciones financieras. Londres ha visto con creciente preocupación la deriva de Bruselas en los tres últimos años hacia la introducción de leyes que intentan domesticar a los mercados. Con su derecho a veto ya limitado a áreas de decisión del Consejo Europeo, el avance hacia una zona euro más compacta y con capacidad para tomar decisiones que afecten a 'los 27' crea nuevas preocupaciones.
Pero, según el análisis británico, la propuesta aireada por Merkel y Sarkozy contiene la posibilidad de abrir la discusión sobre una modificación de los tratados si cambia el papel del TEJ. Londres tendría entonces la posibilidad de amortiguar la pérdida de su influencia por el nuevo reparto de votos en 2014, reclamando un derecho adicional sobre regulaciones financieras.
Estos días, diplomáticos del Ministerio británico de Exteriores se reúnen con miembros de grupos conservadores, como Open Europe o Fresh Start, para llegar a aunar la posición, ante la cumbre de este viernes, del partido del primer ministro, David Cameron, dividido en cuestiones europeas como es ya costumbre entre un sector prágmático y otro más propenso al portazo.
Reino Unido representa el 36% del sector financiero en la UE, pero no tiene veto sobre sus regulaciones, que afectan a más del 10% de su PIB. Francia, con el 20% de un sector europeo, el agrícola, que es el 0,7% del PIB británico, puede bloquear el presupuesto comunitario. Esa dislocación es una fuente de malestar tradicional en Londres. Pero ahora hay preocupación.
Cerca de cincuenta regulaciones financieras recorren los pasillos de Bruselas, a las que se añaden la propuesta de una tasa sobre transacciones financieras o una posible prohibición de operaciones de venta al descubierto, resistidas con ruido en la 'City'. La emergencia de un nuevo euro plantea otro riesgo. Aunque la dimensión de los centros financieros de Fráncfort, París o Milán no es comparable con Londres, los 17 del euro podrían decidir que los instrumentos denominados en su moneda sean tramitados a través de cámaras de compensación con sede en la Eurozona.