Entrenamiento europeo antes del Bernabéu
Thiago y Rafinha abanderan un equipo de jóvenes que pide paso con una goleada inmisericorde ante el Bate Borisov
Actualizado: GuardarDespués del partidazo en Milán, el Barça encaraba la última jornada de la liguilla de la 'Champions' con los deberes hechos y con la tranquilidad que da tener la primera plaza asegurada. Partido de trámite, por tanto, para los de Guardiola, que se permitió el lujo de jugar con medio equipo filial y así poder dar descanso a los hombres que el sábado se enfrentarán al Real Madrid. El de Santpedor alineó de inicio hasta siete jugadores del filial, que no desaprovecharon la oportunidad: golearon a los bielorrusos con la misma inmisericordia que los mayores en el partido en tierras de la provincia de Minsk.
Lo de menos eran los puntos en disputa y el partido sirvió para comprobar que, actúe quien actúe, el Barça siempre es fiel a un patrón de juego. Sirvió para premiar a los chicos de la cantera, que vienen pisando fuerte en Segunda, ver juntos a los hermanos Álcantara (Thiago y Rafinha), conceder minutos a Pedro, que salía de una lesión, dar rodaje a la pareja de centrales Bartra y Fontàs, disfrutar con un medio centro de futuro como Dos Santos y, de paso, para hacer caja con los 600.00 euros que da la UEFA por partido ganado.
Sin embargo, todo eso era insignificante teniendo en cuenta el horizonte más próximo del equipo azulgrana. Lo que de verdad preocupaba a los cerca de 37.000 culés que se acercaron al estadio de Les Corts era el clásico. Les inquietaba el fenomenal estado de forma del Madrid, Ronaldo, la alineación del Barça, si jugará con tres o cuatro defensas, si Alexis saldrá de titular, si lo hará Villa y si Piqué se ha recuperado del todo.
El Barça se juega mucho ante el Madrid y Guardiola no quiso correr riesgos. Alineó un once de circunstancias, que más que para un partido de 'Champions' parecía que saltaba al Camp Nou a jugar uno de pretemporada. Pedro, Thiago y Maxwell, además de Pinto (portero suplente), eran los únicos del primer equipo. Pero en este Barça a nadie se le caen los anillos por jugar un partido intrascendente, aunque sea rodeado de chicos del Barça B.