Marinos de la Armada rusa hacen cola para depositar sus papeletas en una mesa electoral dispuesta en la base de la flota en Sebastopol. :: ANDREW LUBIMOV / AP
MUNDO

Rusia Unida, al filo de la mayoría absoluta

Pese a la sangría de votos, el partido de Putin puede revalidar su poder en la Duma, según los sondeos oficiales

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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Los primeros sondeos a pie de urna daban ayer al partido Rusia Unida, que encabeza el primer ministro, Vladímir Putin, una mayoría cercana a la absoluta, establecida en 226 escaños sobre un total de 450 de que consta la Duma, aunque con un descenso significativo de apoyos. Según un sondeo del Centro de Estudios de la Opinión Pública (VTSIOM), difundido nada más cerrar los colegios electorales por la agencia RIA-Nóvosti, habría obtenido el 48,5% de los votos. En 2007 llegó al 64,3%.

Pese al descenso experimentado, es muy probable que Putin logre sin excesivos problemas la reelección como presidente en los comicios de marzo. Eso siempre y cuando no se desborde el malestar popular como consecuencia de los fraudulentos métodos empleados durante las presentes legislativas. Al menos en Moscú, la sensación general ayer en la calle era de desazón e impotencia al comprobar que la ausencia de comicios libres y democráticos imposibilita que se realice la necesaria alternancia en el poder.

En cuanto al resto de los partidos, los comunistas (KPRF) han cosechado el 19,8% de los sufragios (11,5% en 2007), los centristas de Rusia Justa tendrían un apoyo del 12,8% (7,7% en 2007) y los ultranacionalistas del Partido Liberal Democrático (LDPR) un 11,4% (8,1% en 2007). Los otros tres partidos, incluido el prooccidental Yábloko, se habrían quedado otra vez fuera del Parlamento. Yábloko, no obstante, según un reciente cambio en la legislación, podría hacerse con un escaño si alcanzase al menos el 5% de los votos. Ayer obtenía solamente el 4,2%.

La participación en esta convocatoria ha sido del 50,4% contra el 63,7% en 2007, factor que indica el cansancio del electorado y la poca fe en que su voto sirva para algo. La cuestión ahora es cómo va a desarrollarse el recuento de votos y en qué medida va a diferir de los sondeos a pie de urna. Tendrá también relevancia el caso que la Justicia haga a las múltiples demandas presentadas por fraude.

Irregularidades

Borís Grizlov, presidente de la Duma y uno de los principales miembros de la dirección de Rusia Unida, se felicitó ayer por la noche de la victoria proclamando que, pese a todo, «en medio de la crisis mundial hemos recibido el apoyo del electorado», afirmó. Según sus palabras, «mientras en Reino Unido, España y Portugal habido elecciones durante 2010 y 2011 que derribaron a los partidos gobernantes, nosotros podemos seguir diciendo que Rusia Unida continuará gobernando».

Pero nadie en Rusia recuerda unas elecciones tan sucias como las que ayer se celebraron para elegir a los 450 diputados de la Duma Estatal, la Cámara Baja del Parlamento. Las denuncias fueron hechas por interventores de los partidos, ONGs y medios de comunicación. Hubo electores que depositaron más de una papeleta en la urna; se organizaron los llamados 'carruseles', personas que votan varias veces en distintos colegios electorales gracias un certificado o talón que desvincula al elector de su circunscripción; se emplearon bolígrafos con tinta que se borran en los colegios, y hasta se llevaron a cabo ataques cibernéticos contra las páginas web de publicaciones que divulgaban denuncias de manipulaciones a lo largo y ancho de Rusia, entre ellas la popular radio 'Eco de Moscú'. Los que ayer protestaron en la calle contra tales prácticas fraudulentas fueron reprimidos por la Policía y muchos de ellos detenidos, sobre todo en Moscú y San Petersburgo.

El dirigente del Partido Comunista, Vladímir Kashin, afirmó que han detectado «un mar de irregularidades» durante las votaciones. Las demás formaciones en liza aseguran también tener preparadas multitud de denuncias ante la Comisión Electoral Central. Como ya sucedió en 2007, la participación en las repúblicas musulmanas del Cáucaso Norte ha sido sospechosamente alta. En Chechenia, por ejemplo, del 94%, lo que induce a pensar que se han inflado desmesuradamente por parte de las autoridades locales.

Si las cosas quedan al final según la encuesta de VTSIOM y pese a suponer un colosal varapalo para el Kremlin, Putin podrá continuar adelante con su política con la ayuda de los diputados del LDPR y puede que también de algunos de Rusia Justa. Le obligará, sin embargo, a pactar algo más que hasta ahora.