CRÉDITOS PROHIBIDOS
Actualizado: GuardarUn conocido que trabaja en una sucursal bancaria de Jerez contaba días atrás una de esas historias que invitan a la reflexión. Hacía referencia a la reciente visita a la ciudad de un importante directivo nacional de su banco. Reunió a todos los trabajadores de la firma en un encuentro en el que, por lo visto, les dejó las cosas muy claritas. Les vino a decir más o menos lo siguiente: «Como por lo visto a algunos no les ha quedado claro, os vuelvo a repetir por última vez que nada de créditos, bajo ningún concepto, hasta nueva orden». Y habría apostillado algo así como que si alguien tenía alguna duda o reparo sobre esa orden, no tenía ningún inconveniente en reunirse a solas con él para explicárselo mejor cara a cara. Lógicamente, nadie dijo ni mú, por asi acaso.
¿Qué queda ahora? Desconozco si otros bancos han hecho lo mismo, aunque a nadie escapa a estas alturas que hace tiempo que los créditos fluyen más bien poquito, por no decir casi nada. Y eso complica sobremanera una salida a la situación actual. Sin préstamos, baja el consumo, disminuye el ahorro, circula menos dinero, las empresas dejan de ser rentables... Y así podríamos seguir hasta casi el infinito.
El Ayuntamiento de Jerez lo está sufriendo en sus propias carnes también. Ya no sabe a qué puertas llamar para que le concedan un crédito con el que poder ponerle un parche a unas cuentas municipales que hacen aguas por todas partes. Aseguran que han abierto negociaciones con hasta diez entidades financieras diferentes. Y nada, porque ya hasta las administraciones públicas han perdido el crédito. Nadie se fía de ellas porque han demostrado ser unas malas pagadoras. Están (estamos) pagando las consecuencias de años y años de despilfarro, así que no toca otra que apechugar. Es el castigo por un mal comportamiento en el pasado.